Breakfast at Tiffany’s (Desayuno con Diamantes) y In Cold Blood (A Sangre Fría) tienen en común varias cosas. Las dos son novelas que fueron llevadas al cine y ambas están firmadas por Truman Capote. Se trata de uno de los escritores estadounidenses más laureados y comprometidos del siglo XX, y también el creador de un género literario conocido como ‘non-fiction-novel’.
Muchas han sido las obras que nos dejó como legado antes de que un cáncer de hígado terminara con su vida en agosto de 1984, cuando tenía 59 años. Pero también nos ofreció innumerables frases para reflexionar con las que se demuestra que Truman Capote era un genio y dominaba la palabra como nadie. A continuación repasamos algunas de sus citas más célebres:
Truman Capote siempre destacó por su talento para la escritura
- Todo fracaso es condimento que da sabor al éxito
- Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio
- Es mejor mirar hacia el cielo que vivir en él
- Una conversación es un diálogo, no un monólogo. Por eso hay tan pocas buenas conversaciones, porque dos conversadores buenos rara vez se reúnen
- Políticos, escuchadme, es imposible que un hombre que goza de libertad sea capaz de imaginar cómo sería vivir sin ella
- La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito
- La disciplina es la parte más importante del éxito
- Antes de negar con la cabeza asegúrate de que la tienes
- La amistad es una ocupación a tiempo completo, si ese alguien es realmente tu amigo. No se pueden tener demasiados amigos porque no tendrías tiempo para todos
- El que algo sea cierto no significa que sea conveniente, ni en la vida ni en el arte
- Si te pasas mucho tiempo comiendo manzanas terminas por aborrecer las manzanas. Eso me pasa a mí con la imaginación para mis libros: tiro tanto de ella que me quedo vacío, así que tengo que esperar unos años hasta volver a ganar imaginación para volver a escribir y volver a agotarla
- Las palabras me han salvado siempre de la tristeza
- Por leer me leo hasta las etiquetas de la ropa
- Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse
- Todas las personas tienen la disposición de trabajar creativamente. Lo que sucede es que la mayoría jamás lo nota
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