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2020, el año más violento contra la prensa en México en una década

Fotos de periodistas asesinados en México.Cuartoscuro

El comunicador Jesús Piñuelas murió asesinado el martes por la noche en Ciudad Obregón, Sonora, en el norte de México. Piñuelas, de 43 años, circulaba en motocicleta cuando fue atacado a balazos, según ha explicado la fiscalía local en un comunicado. Piñuelas es el tercer periodista asesinado en el municipio desde mayo. Ciudad Obregón es la segunda ciudad más poblada de Sonora, con algo menos de medio millón de habitantes. Con Piñuelas son ya al menos siete reporteros asesinados este año en México, independientemente del motivo de su asesinato.

La fiscalía ha informado de que Piñuelas tenía varios trabajos. “Se desempeñó como camarógrafo en diferentes medios de comunicación, agente de seguridad privada en Hermosillo y en los últimos meses iniciaría [sic] como repartidor de comida rápida”, lee el comunicado. Sin decirlo, los investigadores sugieren que el ataque podría no estar relacionado con su actividad periodística.

Como ocurre en buena parte de México, el reportero Piñuelas trabajaba para sí mismo, alimentando una página de Facebook, El Shock de la Noticia. Añadía notas cada vez que podía, la mayoría de veces con vídeos y fotografías de actos políticos locales. La última vez fue el 29 de octubre, en un evento de la policía local. En uno de sus últimos vídeos, el reportero graba junto a sus compañeros las protestas de la regidora municipal Graciela Armenta, que pedía un cambio en la policía por la ola de violencia que golpea la zona. Guaymas y Cajeme —municipio que contiene a Ciudad Obregón— componen uno de los diez puntos calientes por la violencia en México, según informó el Gobierno federal en septiembre.

La casualidad quiso juntar a Armenta y Piñuelas aquel día en Ciudad Obregón. El 16 de mayo, el hermano de la regidora, Jorge Armenta, director de Medios Obson, había sido asesinado en la ciudad, mientras comía en un restaurante. Entonces, hasta la gobernadora, Claudia Paulovich, lamentó el asesinato y ordenó a la titular de la fiscalía que atendiera personalmente el asunto. De momento no hay detenidos.

Un mes después del asesinato de Armenta, otro reportero fue asesinado en Ciudad Obregón. En esa ocasión fue José Castillo, atacado a puñaladas en su casa el 12 de junio. Como Piñuelas, Castillo manejaba su propia página en Facebook, Prioridad Máxima. A la fecha, la fiscalía tampoco ha informado de avances en este caso.

Entre los casos de Castillo y Armenta, otro reportero sufrió un ataque en Ciudad Obregón, esta vez con cócteles molotov. Fue el 1 de junio. Ese día, desconocidos arrojaron al menos una bomba incendiaria a casa del reportero Marco Antonio Duarte. La Federación Internacional de Periodistas informó entonces de que Duarte había sufrido ataques anteriormente. “Ya había sido víctima de una golpiza en la calle en 2009 y había sufrido el corte del cableado de electricidad y la muerte de su mascota a manos de agresores a finales del año pasado”.

Los ataques de Ciudad Obregón reflejan la deriva violenta que se ha apoderado de Sonora desde hace unos años. Esta semana se cumple justo un año del ataque contra un grupo de mujeres y niños de una comunidad mormona que vive a caballo entre Sonora y Chihuahua. El ataque, que dejó tres mujeres y seis niños asesinados, se dio en la zona serrana del estado y aún hoy no hay una explicación clara de por qué los pistoleros perpetraron el ataque. El año pasado, Sonora registró 1.384 homicidios, una marca que nunca antes se había alcanzado.

El caso de Piñuelas o de sus compañeros de Ciudad Obregón ilustran la violencia que sufren cotidianamente los comunicadores en México. Según la organización Artículo 19, al menos 135 periodistas han sido asesinados de 2000 a la fecha en México. En los últimos 10 años, la prensa en el país ha sufrido 3.918 agresiones.


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