Tras los exámenes psicológicos, de sangre, electrocardiogramas y radiografías de tórax, siguen las cruciales pruebas de conducción.
Son 4 mil aproximadamente y ya dieron prueba de paciencia y de que, sin duda, quieren el puesto. Ya han pasado los exámenes psicológicos, de sangre, electrocardiogramas y radiografías de tórax, que forman parte de los “filtros” para llegar hasta las pruebas de manejo.
Este lunes, dentro del Campo Militar número 1 y en las instalaciones del Agrupamiento de Transportes Pesados, ellos esperan pacientes su turno para conducir una de las pipas de 36 mil litros y doble tanque que Pemex puso a disposición, para confirmar que los aspirantes realmente saben manejar unidades de ese tipo.
El proceso ha durado varios días, pero todos coinciden en su esperanza de conseguir un trabajo de buena paga (cerca de 30 mil pesos mensuales) y buenas condiciones de trabajo, sin horarios excesivos y con menos riesgos.
Sin embargo, es un hecho que el filtro de conducir los autotanques ha servido para descartar a muchos de los cinco mil 362 aspirantes que se han presentado hasta esas instancias.
Si no tienen experiencia, pierden su tiempo
Rafael Alfonso Sánchez Rodríguez es técnico especialista de Pemex, con sede en San Juan Ixhuatepec y 27 años de experiencia, que realiza las pruebas a los conductores y quien lamenta que en la convocatoria se haya establecido como requisito que las personas puedan presentar licencias de conducir tipos B, C y E, porque sólo esta última es la adecuada.
“Mucha gente no ha llenado el perfil; ¿a qué vienen a perder su tiempo, si no tienen la experiencia de manejar un vehículo de doble tanque con 18 velocidades?”, señala el técnico, quien aseguró que ésta es una prueba sólo para saber si los operadores pueden manejar un vehículo como estos.
Posteriormente, tendrán un curso de entre tres y cinco días sobre el manejo de los diferentes líquidos, su inflamabilidad y sus características de transporte para estar plenamente capacitados, aunque para obtener la licencia tipo E hay que cumplir también un curso de manejo de emergencias químicas, básico para estos casos.
Martín Ángel Castillo es uno de los aspirantes que ha venido por tres días al Campo Militar y este lunes esperaba realizar finalmente su curso de manejo.
Indica que no tiene miedo de tropezar durante su trabajo en Pemex (da por hecho que se quedará), porque “nosotros no tenemos la culpa de nada y sólo vamos a ayudar a transportar el combustible como el país lo requiere”.
Pocas mujeres aspirantes
Se espera que al concluir la jornada de este día hayan realizado sus pruebas la mayoría de quienes lograron pasar los demás filtros y en un plazo aproximado de 15 días Petróleos Mexicanos defina quiénes serán sus dos mil nuevos choferes, entre los que se encuentran muy pocas mujeres aspirantes al puesto.
Juan Carlos Cera González es un conductor de transportes pesados, originario de Aguascalientes, que por tercer día consecutivo espera paciente a las afueras del Campo Militar número 1 para obtener un puesto de chofer de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Convencido de que el llamado a este empleo es, al mismo tiempo, una encomienda patriótica, señala claramente que “quiero formar parte del equipo de Andrés Manuel López Obrador, ayudar a mi nación y al cometido que se tiene”.
Dice tener 12 años de experiencia en la conducción de transportes con líquidos peligrosos, como lo acredita su licencia tipo E, principal de los requisitos que se piden para quienes concursan por uno de los dos mil lugares disponibles. (Con información de Ntx).