Como su propio nombre indica, los animales invertebrados son aquellos que no poseen columna vertebral y, por tanto, carecen de esqueleto interno articulado. Aunque parezca una cifra algo insólita, más del 90% de los seres que habitan en la Tierra pertenecen a este extenso grupo, entre los que se encuentran insectos, crustáceos, moluscos, gusanos o celentéreos. Estos incluyen criaturas tan conocidas por el hombre como las medusas, los cangrejos, los ciempiés, las arañas, las moscas o las abejas. Sin embargo, a lo largo y ancho del planeta existen también multitud de animales desconocidos para la mayoría. A continuación, los cinco animales invertebrados más exóticos y sorprendentes del momento.
Cirrina
Los cirrinos son una subespecie del pulpo común que todos conocemos. Su característica principal reside en la pequeña cáscara interna que posee en su cabeza. Una extraña estructura que comparte protagonismo con dos aletas situadas en la misma zona. A su vez, los brazos que conforman el resto de su cuerpo presentan unos diminutos hilos, que juegan un papel de suma importancia durante el proceso de alimentación. Además, son de los pocos de su especie que no poseen sacos de tinta.
Pez sapo peludo
Estamos ante una de las criaturas más insólitas y peculiares del planeta. Su hábitat se sitúa entre los corales y las esponjas de las cálidas aguas de Indonesia. Su apariencia y comportamiento es muy similar al de los sapos. De su cuerpo nacen miles de ramificaciones que parecen pelos, de color amarillo o anaranjado, dependiendo de la especie. Resulta muy complicado avistarlo en el entorno, pues consigue camuflarse a la perfección. Su mejor defensa es un potente veneno que utiliza para acabar con los depredadores.
Gusano de la muerte
Su existencia es todavía un misterio. Algunos lo consideran una de las criaturas más mortíferas del planeta, mientras que otros achacan su presencia a cuentos y habladurías propias de la mitología. Al parecer, este gusano gigante de color rojo habita en el Desierto del Gobi y alcanza una longitud de hasta metro y medio. El paleontólogo Roy Chapman habló por primera vez de él en 1926, haciendo especial hincapié en el ácido que expulsa por su boca, letal para cualquier ser vivo.
Cangrejo de los cocoteros
Esta especie de crustáceo decápodo es el artrópodo terrestre más pesado que existe. Su nombre procede de la capacidad de estos animales para abrir los cocos con sus fuertes pinzas, para después alimentarse de su contenido. Aquellos que han visto esta extraña criatura aseguran que mide alrededor de 40 centímetros, mientras que su peso asciente a los 4 kilogramos.
Estrella de cesta gigante
Este invertebrado de principios del Mesozoico habita exclusivamente en el Mar Caribe y el Golfo de México. El astrophyton muricatum, como es conocido en el ámbito científico, se alimenta de plancton, el mismo que caza con sus enormes tentáculos. Un arma de gran potencia que impide que la presa escape de su control. Por la noche, cuando termina de devorar su comida, se enrolla como un ovillo para protegerse del resto de depredadores del inmenso océano.
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