Muchos siglos lleva la foca monje conviviendo con el hombre en la cuenca mediterránea. Actualmente es una especie en peligro de extinción, de la que quedan uno 600 ejemplares. Vamos a conocer más sobre la entrañable foca del Mediterráneo, la cual ha pasado de ser abundante o estar realmente cuestionada la vida de la propia especie.
1. Distribución actual de las focas monje del Mediterráneo
Por desgracia es bastante restringida. Cubrían antes zonas grandes del mundo. Ahora solo se encuentran dos poblaciones de pequeño tamaño en el norte mediterráneo y otra en el Atlántico nororiental.
2. Las peculiares características de la foca monje
Son bastante vistosas. Su pelaje es de color oscuro y las hembras lo tienen castaño o gris. La distinción se encuentra en la franja clara que cuenta su región ventral. Al variar el tamaño de una a otra, las manchas blancas son las que las identifican. Es el único fócido del planeta que tiene dos pares de pezones extensibles.
3. Alimentación de las focas monje del Mediterráneo
Básicamente consiste en peces, crustáceos y varios moluscos que se encargan de pescar durante el día en lo que son las aguas bajas de la cuenca donde viven. Cuando precisan buscar otras opciones en aguas profundas, pueden hacerlo, ya que están adaptadas para bucear hasta 230 pies.
De forma natural, tendrían bastante alimentación para poder sobrevivir, pero la competencia de los pescadores de las zonas se lo ponen ciertamente complicado.
4. Reproducción las focas monje del Mediterráneo
Sobre los cuatro años, estas focas monje mediterráneas empiezan a reproducirse. No se conoce todo sobre el proceso, pero suele ocurrir entre los meses de septiembre y noviembre.
Muchas dan a luz en la tierra, pero en el caso de la mediterránea lo hace en el mar y lleva a sus pequeños hacia las cuevas marinas de la costa. Más de la mitad de los cachorros muere anualmente a causa de las severas tormentas que se producen en la región.
5. La relación entre las focas monje y el ser humano
Las focas monje son bastante tímidas y no gustan demasiado de relacionarse con el ser humano. Quizá sea esta la razón por la que han dejado de dar a luz en tierra firme para poder hacerlo en el agua. Si se continúa la expansión hacia sus hábitats, la especie puede desaparecer o desarrollar adaptaciones nuevas para sobrevivir.
Esperamos que la concienciación y la labor de las administraciones ayuden a que dicha especie pueda seguir con nosotros sin peligro alguno.
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