5 grandes mitos que no son ciertos

Las verduras congeladas ya forman parte de la lista de la compra de muchos de nosotros. Sin embargo, todavía hay quienes muestran cierto rechazo, debido en gran parte a los mitos de las verduras congeladas que se cuentan. ¡Vamos a desmentirlos!

No son frescas

Una de las grandes afirmaciones que se hacen sobre las verduras congeladas es que no son frescas, y no es cierto. Sí son frescas; la única diferencia es que se recolectan en el momento de mayor frescura para luego congelarlas para su conservación.

Llevan colorantes

Es tan fácil darse cuenta de que las verduras congeladas no llevan colorantes como leer los ingredientes. En ningún momento del proceso de producción se añaden conservantes ni colorantes para darles un mejor aspecto.

No saben igual que las verduras frescas

Este es uno de los grandes mitos de estas verduras, y es importante desterrarlo. Conservan intactas todas sus propiedades, de manera que tanto el aroma como el sabor son idénticos a los de las verduras frescas.

Son más difíciles de cocinar

¡Nada más lejos de la realidad! Las verduras congeladas que podemos encontrar en los supermercados ya vienen cortadas y listas para ser cocinadas. Sólo hay que sacarlas del congelador, y cocinarlas como más nos guste: salteadas, al vapor…

Es mejor congelarlas en casa

También se habla mucho de que es mejor comprar las verduras frescas y luego congelarlas en casa. Pero realmente no es así. Los congeladores domésticos tardan más tiempo en congelar los productos, de forma que las verduras van perdiendo sus propiedades. Por lo tanto, es mucho mejor comprarlas ya congeladas.

Estos son los principales mitos que se dicen de las verduras congeladas, y todos ellos son falsos. El abanico de este tipo de productos en los supermercados es cada vez más amplio, y realmente merecen la pena.


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