La Primera Guerra Mundial ha sido considerada por muchos historiadores como la madre de todas las guerras, la primera gran guerra entre naciones. A decir verdad, esta primera gran guerra tan solo ocupó a países europeos, que por aquel entonces, eran las grandes potencias mundiales.
El 28 de julio de 1914 comenzó la guerra, que terminaría cuatro años después, el 11 de noviembre de 1918 cuando Alemania accedió y aceptó el armisticio del resto de potencias implicadas lo que supondría la firma del Tratado de Versalles y el inicio de la Unión Soviética después de la Revolución Rusa.
Un joven Hitler en Alemania
Aunque podría ser un dato anecdótico más, lo cierto es que la participación de Adolf Hitler marcó la historia del mundo para siempre. Aquí, el que sería el dictador de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, comenzó a adoptar su pensamiento sobre la raza aria y el antisemitismo. Es por esto que se presentó voluntario para participar en el conflicto.
La mayoría de soldados no murieron
Aunque se consideró el conflicto armado con más muertes hasta la fecha, durante la Primera Guerra Mundial la mayoría de soldados no murieron, tal y como muestran los datos y estadísticas.
Hubo varias batallas con muchos muertos y de gran violencia, pero 9 de cada 10 soldados que estuvieron en las trincheras sobrevivieron al conflicto.
Además, se calcula que la mayoría de bajas fueron por pulmonías, gripes, tuberculosis y otras enfermedades, y no por las balas que se cruzaron en el conflicto.
Palomas mensajeras
A principios del siglo XX los sistemas de comunicación todavía no estaban muy avanzados y se seguían utilizando métodos de comunicación más propios de otra época.
Se calcula que durante la Primera Guerra Mundial participaron 500.000 palomas mensajeras que eran las encargadas de llevar los mensajes entre los cuarteles generales y las líneas que se encontraban en el frente.
Un París falso
Una de las historias más curiosas de esta conflicto fue la idea que tuvieron los franceses para evitar que las bombas y soldados destruyeran la capital París. A las afueras mandaron construir casas, fachadas y réplicas de construcciones de la ciudad para confundir a los pilotos alemanes.
Dicen que este París falso tenía hasta energía para hacer mucho más creíble la farsa ante las fuerzas enemigas.
Trincheras de lujo alemanas
Las trincheras británicas y francesas eran de muy baja calidad, y las condiciones en las que vivían estos soldados eran realmente lamentables.
Por su parte, las trincheras alemanas se construían mucho mejor preparadas para resistir durante meses. Además, muchas de ellas tenían energía eléctrica, agua, grifos, timbres e incluso armarios.
El post 5 interesantes datos sobre la Primera Guerra Mundial que no conocías aparecio primero en La Neta Neta.
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