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5 mitos y supersticiones sobre las bodas

Las supersticiones sobre las bodas son muchas. Lo mismo que los mitos y supersticiones que las rodean, tanto para alejar de nosotros la mala suerte como para atraer la felicidad hacia el matrimonio. Hemos querido comentar algunas de ellas que son de lo más curiosas. Esperamos que te guste este recorrido supersticioso por el mundo de los enlaces.

Superstición de las perlas

Las perlas, quizá con los diamantes, son de las joyas que mejor suelen sentar a las novias por el color nacarado y su aspecto de gran elegancia. a pesar de ello, muchas novias las evitan por superstición pura.  El mito dice que las personas son símbolo de las lágrimas de la novia, por lo que llevarlas durante la boda suele dar mala suerte.

Algo nuevo, algo viejo, algo prestado, algo azul

Es de las tradiciones que más siguen las novias. Lo viejo está relacionado con la amistad, pudiendo ser una liga o un pañuelo bordado. Lo nuevo simboliza el futuro de la pareja, pudiendo ser el vestido o los zapatos. Por último, el que la novia lleve algo azul está relacionado con la fidelidad.

Ver a la novia antes de la boda

Una superstición que viene de la época en la que las bodas se hacían por conveniencia. La familia de la novia acostumbraba a evitar que el futuro marido la viera antes de que se produjera el enlace para no pudiera arrepentirse.

El arroz

Actualmente ha sido sustituido por pétalos de flores o mariposas. La tradición de echar arroz sobre la pareja recién casada al salir de la iglesia o juzgado se relaciona con la fertilidad. Hablamos de una superstición que ha sido importada de Oriente y que no es demasiado antigua.

Los huevos de Santa Clara

Una tradición español de lo más antigua que está relacionada con los enlaces es la de ofrece una docena de huevos a Santa Clara para pedirle que el día de la boda haga buen tiempo. Si quieres cumplir esta tradición, deberás acercarte al convento de monjas clarisas más próximo una semanas antes de que se realice la boda, ofreciendo una docena de huevos.

Eso sí, no siempre funciona, pues los Príncipes de Asturias en su día ofrecieron en su momento docenas de huevos al convento de  las madres Franciscanas Clarisas del Paseo de Recoletos de Madrid y al final el día de su boda llovió y de manera fuerte por la mañana, justo cuando se realizaba el enlace y posterior desfile.


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