La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a más de 50 años de prisión a un hombre de 58 años por abusar de cinco menores, de entre 12 y 14 años, a los que ofrecía dinero, comida, alcohol, tabaco o marihuana a cambio de fotografías íntimas o de mantener relaciones sexuales con él. El condenado, que operaba en diferentes parques públicos de un mismo municipio, ha sido acusado de cinco delitos de abuso sexual contra menores, de tres continuados de elaboración de pornografía infantil, otro de distribución de este material y uno más de corrupción de menores. Además, deberá indemnizar con 22.000 euros a sus víctimas, a los que no podrá acercarse ni en persona ni por ningún otro medio en un mínimo de tres años.
Los abusos tuvieron lugar entre 2017 y 2019. El adulto fue granjeándose poco a poco la amistad de uno de los menores, a quien conoció en un parque frecuentado por niños y jóvenes. A su primera víctima, que entonces tenía 13 años, le ofrecía dinero, tabaco y marihuana a cambio de que “se dejara hacer o hiciera los actos que el acusado le proponía”, señala la sentencia. El menor accedía a todo tipo de tocamientos y actos sexuales y se dejaba tomar imágenes desnudo, “por la promesa de los esos regalos, como, tiempo después, por la vergüenza y temor que sentía por lo que su familia le pudiera decir si se enteraba”, continúa el fallo. Los encuentros tenían lugar tanto en un rincón apartado de algún parque como en el propio domicilio del condenado.
El agresor fue convenciendo posteriormente a los amigos de su primera víctima, también entre 12 y 14 años, de que “no pasaba nada” si permitían todo lo que les proponía, siempre a cambio de dinero o regalos. Prosiguió con el mismo modus operandi hasta con cuatro menores del mismo grupo, dos de ellos residentes en un centro de menores. Uno de ellos “tuvo que acudir a tratamiento psicológico por las conductas adictivas de consumo de drogas tóxicas”, indica el fallo judicial. Las dos últimas víctimas, “hartos ya de la conducta del procesado”, relata la sentencia, “lo pusieron en conocimiento del psicólogo del centro” y denunciaron los hechos.
El último de los menores acosados fue el que propició la detención del condenado. Se trataba del “hijo de un amigo de la infancia” del procesado, de 13 años, al que daba clases de Informática en su casa junto a su hermano, de 14. El condenado apartó a ambos hermanos en dos estancias distintas y al menor le dijo que “le gustaba” y le ofreció sus regalos habituales a cambio de favores sexuales. También le mostró imágenes de pornografía infantil en su ordenador. El niño se negó, avisó a su hermano y ambos se fueron de la casa del acusado. Una semana después se lo contó todo a sus padres, “dado que el acusado no para de mandarle mensajes por WhatsApp para que fuera a su casa”.
El acusado fue finalmente detenido. En el registro de su domicilio, los agentes encontraron diversos dispositivos informáticos y de telefonía, en los que el condenado acumulaba “5.716 archivos” relacionados con la pornografía, “de los cuales 4.108 son imágenes y 1.608 son videos en los que aparecen menores desnudos total o parcialmente en actitudes sexuales o manteniendo o practicando relaciones sexuales o actos sexuales, como felaciones, penetraciones anales, introducción de objetos, tanto con adultos como con otros menores”, detalla la sentencia.
Los magistrados de la sección tercera de la Audiencia de Alicante han condenado a más de cincuenta años al procesado, aunque especifican que “el tiempo máximo de cumplimiento de las penas impuestas será de veinte años”, dice la sentencia, que puede ser recurrida en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
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