*Su edad no le impidió dejar huella en los corazones público mexicano
Por Andrea Pons
México, 6 Jun (La Neta Neta).- La actriz mexicana, nacida en España, Prudencia María Victoria Grifell Masip, conocida artísticamente como Prudencia Grifell, quien es recordada por los emblemáticos personajes que interpretó en cine durante su vejez, mismos que la convirtieron en uno de los iconos de la Época de Oro del cine mexicano, es recordada a 50 años de su deceso, ocurrido el 7 de junio de 1970.
Llevaba en la sangre el talento artístico, pues fue hija del matrimonio conformado por el actor cubano Antonino Grifell y la española Josefa Masip, por lo que desde sus primeros años conoció la industria del entretenimiento, lo que hizo que debutara como actriz a los 14 años de edad en Caracas, Venezuela, en una zarzuela, durante un viaje que hizo junto a sus padres en 1890.
En ese mismo país, conoció al también actor Paco Martínez -reconocido por cintas como Ladronzuela o Yo quiero ser hombre– con quien después de unos años se casó y regresó a España, donde procrearon cinco hijos, que también incursionaron en la industria teatral; Amparo, Pepito, Enrique, Dolores y Maruja Martínez Grifell, esta última también destacó como una de las grandes actrices de la etapa del Cine de Oro mexicano con 118 películas realizadas.
Ya con sus hijos, la emblemática actriz arribó a México en 1904, donde trabajó como actriz de teatro por algunos años y conformó el grupo “Las Tres Gracias”, junto a la mexicana Esperanza Iris y la española María Conesa, trío que engalanó el Teatro Principal, sin embargo, pese a su éxito, Grifell tuvo que mudarse a Cuba debido a una importante propuesta de trabajo, donde radicó una temporada.
A su regreso, formó una compañía teatral, de la que también fueron integrantes grandes figuras de la actuación de aquel entonces, entre ellas las actrices mexicanas María Teresa Montoya y Sara García, esta última, con quien más adelante compartió escena en emblemáticas películas, y con quien también compartió el título de la “abuela de México”, por las entrañables interpretaciones que dejaron como legado, pues las realizaron en su vejez.
Prudencia Griffel hizo una serie de giras teatrales por América y volvió a su país natal, donde compartió con su hija Amparo Martínez, papeles en la compañía de teatro “Guerrero-Díaz” en puestas como El abanico de Lady Windermere, de Oscar Wilde y El perro del hortelano, de Lope de Vega, pero nuevamente tuvo que regresar a México junto a su familia, tras desatarse la guerra civil española.
La cúspide del éxito de Grifell en la Época de Oro del cine mexicano
Fue a su regreso a México cuando entró a la industria fílmica con su debut en la cinta Internado para señoritas y, pese a que tenía más de 60 años, supo ganarse el respeto del público mexicano, gracias a sus interpretaciones de personajes de abuelita, suegra o mamá, sin embargo, aunque su éxito comenzaba, fue también la época en la que perdió a su marido, con quien permaneció hasta el último de sus días.
Griffel además arrancó carcajadas con las inolvidables cintas Las señoritas Vivanco y El proceso de las señoritas Vivanco, junto a Sara García, con quien trabajó en varias ocasiones, otra de ellas en La tercera palabra, película en la que encarnaron a Matilde y Angelina respectivamente; tías del personaje encarnado por Pedro Infante.
Junto a Sara García hizo algunas de sus cintas más queridas, pues se decía que eran la mancuerna perfecta para hacer reír, más tarde, también compartieron set en ¿Por qué nací mujer?, un éxito rotundo del cine nacional, donde actuaron importantes figuras del cine y de la actuación en general como Ofelia Guilmáin, Andrés Soler, José Gálvez y Pilar Pellicer, además, esta fue la última película que rodó la actriz.
Después de participar en alrededor de 90 cintas, entre las que también destacan El ciclón del Caribe, Los dineros del diablo y La sombra del caudillo, Grifell se dedicó a participar en telenovelas; grabó Una plegaria en el camino y en 1970 La Constitución, en la que encarnó a “Doña Amanda”, este fue el último personaje que interpretó antes de su deceso, el 7 de junio de ese mismo año.
¿Qué fue de la inolvidable primera actriz?
La primera actriz falleció a los 93 años de edad en la Ciudad de México, debido a complicaciones propias de su edad; sus restos se encuentran en el lote de actores del Panteón Jardín, donde descansa junto a figuras como Pedro Infante y Jorge Negrete.
Grifell, además de actuar hasta el último de sus días, dejó un legado de entrañables personajes que quedaron grabados en el corazón del público, como lo son “Teresa Vivanco” y “Juana”, este último del filme La fuerza del deseo, por lo que se recuerda en su 50 aniversario luctuoso a aquella emblemática, primera actriz.