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8 hábitos comunes en las personas resilientes

Las personas resilientes no son personas especiales, simplemente tienen hábitos que les ayudan a superar los obstáculos y siguen adelante con su vida sin grandes conflictos. La resiliencia es la capacidad de sobreponerse y salir fortalecidos ante las dificultades de la vida.

Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), “la resiliencia es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”. Pero actualmente, el término ha adquirido un significado más profundo.

Las personas resilientes no solamente son capaces de afrontar situaciones de gran estrés, sucesos traumáticos y hasta catástrofes con más facilidad, sino que también pueden salir de ellas fortalecidos.

Se trata de las personas que pueden ser flexibles y adaptables, y pueden reestructurar sus recursos psicológicos en función del entorno, de las nuevas circunstancias y las necesidades que derivan de ellas.

Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles a superar. No solamente son capaces de sobreponerse a las adversidades, sino que también pueden crecer, mantenerse fuertes y desarrollar su potencial al máximo.

Hábitos comunes de las personas resilientes

Son flexibles, pues no se cierran al cambio ni se apegan a una rutina, pueden adaptar sus planes y siempre están dispuestas a valorar otras alternativas.

Confían en sus capacidades, ya que no pierden de vista sus objetivos, confían en sí mismas y en lo que pueden lograr.

Son tenaces, ya que las personas resilientes son perseverantes, se sienten motivadas y ven los obstáculos como oportunidades de crecimiento y aprendizaje.

Se rodean de personas positivas, puesto que cultivan relaciones y amistades con gente generalmente resiliente. También piden ayuda cuando la necesitan, creando una red de apoyo emocional.

Son creativas y se esfuerzan por encontrar soluciones a los problemas de diversas formas. De lo malo, siempre sacan algo bueno.

Son conscientes de sus limitaciones y conocen sus fortalezas, pero también sus debilidades, lo que les permite hacer planes realistas.

Afrontan la adversidad con humor, pues las personas resilientes son capaces de mantener el humor y la objetividad, pueden reírse de sí mismos y se enfocan en los aspectos positivos de las situaciones malas, relativizando sus efectos.

Practican la atención plena (mindfulness) y están  presentes en el momento para vivir cada instante de su vida con plenitud. Reconocen que el pasado ya no es parte del presente y aceptan las experiencias tal como vienen, con un sesgo más positivo.

Todos podemos ser personas resilientes, solamente hace falta mirar hacia dentro y encontrar la fortaleza que todos tenemos, lo que nos permitirá ver la vida desde una óptica más feliz.


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