Bob Dylan está a punto de cumplir 80 años. El próximo 24 de mayo será el día que celebrará sus ocho décadas de existencia, de las cuales lleva más de medio siglo como músico profesional, desde que en enero de 1961 viajó a Nueva York con el fin de cumplir su sueño de ser artista. Un sueño que le ha llevado mucho más lejos de lo que nunca imaginó: no había cumplido ni los 30 años cuando ya era un líder musical indiscutible de su tiempo, una referencia artística e intelectual tan importante que muchos cargaron sobre su espalda el peso de toda la generación de los sesenta. Desde entonces, Dylan no ha hecho más que huir de su mito en vida y labrarse una impresionante carrera de más de 40 discos.
Con motivo de este cumpleaños, proponemos un recorrido por algunas de las mejores canciones de Bob Dylan que no son clásicos. Composiciones con la gran marca de su autor, pero que no suelen recogerse en sus recopilatorios de grandes éxitos (un concepto que en Dylan no funciona ni es tan real como en otros muchos cantantes de pop y el rock). No fue nunca Dylan un músico de hits, aunque un buen puñado de sus canciones hayan formado parte de la banda sonora de su país, muchas de ellas convertidas en himnos imperecederos. Si en algo es top, es en ser uno de los artistas más versionados de la historia. Buena parte de este vasto catalogo sonoro forma parte del acervo cultural norteamericano, pasando sus canciones como antorchas de generación en generación.
El siguiente listado de canciones no suenan nunca en la radio, ni siquiera en las emisoras de clásicos o nostalgia facilona. Son composiciones menos populares para el gran público que las conocidas Blowin’ in the Wind, The Times They Are A-Changin’, Like a Rolling Stone, Just Like a Woman, Knockin’ on Heaven’s Door, Hurricane o Mr. Tambourine Man. Y, aún así, muchos dylanitas (fans acérrimos de Dylan entregados a la causa) podrían decir que muchas de las que se incluyen en este listado, no tienen nada que envidiar a las citadas. Son tan buenas como su cancionero más conocido. De hecho, lo son. El nivel de las canciones seleccionadas es igual de sobresaliente, mostrando la profundidad lírica y sonora de un músico que solo responde a sus musas, sin intereses comerciales ni modas.
‘Bootlegs’ y descartes
El recorrido va desde sus inicios hasta su última etapa. De esta forma, se recogen tantas décadas de creación con un buen listado que parte con primeras composiciones, como la emotiva Man On The Street, un descarte de su primer álbum, pero luego incluida en el primero de su serie de bootlegs. Una canción que ya mostraba la sensibilidad de Dylan hacia los desfavorecidos y que cuenta con su armónica, esa poderosa compañera de sus primeros pasos. La lista acaba con la abrumadora ‘Cross the Green Mountain, que tan bien representa al Dylan anciano, obsesionado por adentrarse en la memoria de EE UU, rastreando en la Guerra de Secesión y la pérdida de fe con un folk brumoso y una voz narrativa áspera y honda. Esta canción se incluyó en la película Gods and Generals.
Estos dos outtakes (descartes), junto al fantástico Blind Willie McTell, son canciones que amplían el perfil escurridizo y fascinante de Dylan. A partir de ahí, la lista incluye canciones editadas en álbumes oficiales. Canciones que trazan su evolución desde el cantautor político del movimiento folk de Greenwich Village hasta el veterano compositor que traza su propio mapa de los sonidos raíces del siglo XX norteamericano, pasando por el avanzadilla del rock, el cirujano sentimental impresionista, el cristiano fundamentalista y la estrella perdida en los ochenta. En todas las etapas, como en todos los Bob Dylan, hay siempre posibilidad de hallar joyas. Escuchen esta lista. Sin prisa, con los oídos atentos, contemplando cada detalle, haciendo de la música algo importante por un rato de sus vidas. Solo por gemas como Corrina, Corrina, Love Minus Zero, New Morning, Simple Twist of Fate, Is Your Love in Vain? Jokerman, Ring Them Bells o Workingman’s Blues#2 se darán cuenta de que ese tipo arisco y cínico llamado Bob Dylan ha sabido llegar como pocos a lo profundo del alma humana.
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