“Jesús Seade, que está en esto, él ya sabe qué sí y qué no”, aseguró el presidente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que México no aceptó la propuesta de Estados Unidos para vigilar el cumplimiento de la Ley Laboral en nuestro país, como parte de la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sin embargo, eso no lo aceptó el titular del Ejecutivo.
En la conferencia matutina en Palacio Nacional, sostuvo que lo que el gobierno mexicano puso sobre la mesa fue que, en caso de existir controversias en una empresa, se cree un panel en el cual participen de manera conjunta, especialistas propuestos por los tres países, en condiciones de igualdad.
“Si no se cumplió con la norma, en un plazo considerable luego de que se pueda tener tiempo para reponer el procedimiento, estos panelistas ya deciden si realmente hubo la violación o un incumplimiento en manera laboral”, argumentó.
El presidente recordó que, previamente, México aceptó llevar a cabo una reforma laboral, la cual, dijo, “coincide con nuestras convicciones y con lo que nos han pedido los trabajadores durante mucho tiempo, el que haya democracia sindical, el que no haya dirigentes impuestos, que no haya sindicatos blandos, que no haya líderes charros, que la elecciones sean limpias, libres, voto directo y secreto, que no se perpetúen en el poder los dirigentes, que haya democracia y que sean los trabajadores lo que decidan”.
“Los del Partido Demócrata, a pesar de que se aprobó la ley, plantearon que se iba a tener problemas de operación para llevar a la práctica lo legislado. Hablamos con ellos, les dijimos, primero que es una convicción del gobierno que haya democracia sindical y buen trato a los trabajadores; segundo que íbamos a cumplir y se elaboró un plan de ejecución de la nueva política. Nos plantearon que cuánto presupuesto se iba a destinar y se les respondió que se iba a utilizar presupuesto para las tres instancias que intervienen en la ejecución Secretaría del Trabajo, Poder Judicial y gobiernos estatales”, indicó.
“Las tres cosas se cumplieron, los tres presupuestos se autorizaron, por eso le envié una carta a la señora Pelosi y a sus representantes que vinieron a hacernos el planteamiento”, agregó.
Reiteró que lo que quiere su administración es que se apruebe el T-MEC y que no pase más tiempo por los efectos que tiene el proceso electoral.
“Este tema es complejo, pero estamos atendiendo con toda claridad, con toda transparencia, tenemos un buen negociador, Jesús Seade, que está en esto, él ya sabe que sí y que no”, aseguró.
Expresó que en este tema por un lado los trabajadores lo ven bien, pero a los empresarios no les gusta.
“El caso de los trabajadores lo consideran que es una garantía para que realmente se cumpla lo que está en la ley. Los demócratas nos han llegado a decir que no es por nosotros, que nos tienen confianza, que es un tratado que va a quedar establecido y no saben qué va a pasar después”, comentó.
“En el caso de los empresarios, argumentan que esto puede ahuyentar la inversión o que tiene el propósito de que no haya la confianza suficiente para el establecimiento de la empresas si existen estos mecanismos de verificación de los compromisos y que esto lo pueden estar haciendo precisamente para que no se instalen las empresas en México y ellos puedan retener en Estados Unidos sus empleos”, abundó.
Finalmente, el presidente manifestó que él dio instrucciones en dos sentidos: que le tiene toda la confianza a Jesús Seade, pero al mismo tiempo, ya que él esté satisfecho, antes de firmar, pida un tiempo para consultar al Senado.