El primer ministro de Etiopía recibió el Nobel de la Paz en nombre de los etíopes y eritreos, “especialmente aquellos que hicieron el último sacrificio en la causa de la paz”.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, fue galardonado este martes con el Premio Nobel de la Paz por su esfuerzo en la resolución del conflicto fronterizo entre su país y Eritrea.
Durante la ceremonia celebrada en Oslo, Abiy Ahmed de 43 años exhortó a “neutralizar la toxina del odio” mediante la creación de una cultura cívica de democracia basada en el consenso, la inclusión, la cortesía y la tolerancia basada en los principio de Medemer — palabra amárica que alude a la convivencia y la unidad basadas en el amor y el perdón —.
“La guerra es el epítome del infierno para todos los involucrados. Lo sé porque he estado allí y he regresado”, dijo el primer ministro.
2019 Peace Laureate Abiy Ahmed Ali is the first Ethiopian to be awarded a Nobel Prize. This year’s prize is also the 100th Nobel Peace Prize.
Watch the very moment he receives the #NobelPeacePrize. pic.twitter.com/0bIfQxzxBM
— The Nobel Prize (@NobelPrize) December 10, 2019
En su discurso, Abiy Ahmed dijo que recibía el Nobel de la Paz en nombre de los etíopes y eritreos, “especialmente aquellos que hicieron el último sacrificio en la causa de la paz”.
Además, dedico el premio al presidente erítreo, Isaias Afewerki, a quien se refirió como “compañero de paz (…) cuya buena voluntad, confianza y compromiso fueron vitales para poner fin al estancamiento de dos décadas entre nuestros países”.
Abiy Ahmed señaló que para él, la paz es un trabajo de amor, un asunto del corazón, y reconoció que mantenerla es “un trabajo muy duro”.
“Se necesitan unos pocos para hacer la guerra, pero se necesita un pueblo y una nación para construir la paz“, enfatizó.
El primer ministro detalló que él encuentra similitud entre cultivar la paz y sembrar árboles. “La paz requiere buena fe para florecer en prosperidad, seguridad y oportunidad”, dijo.
Y agregó que “al igual que los árboles necesitan agua y buena tierra para crecer, la paz requiere un compromiso inquebrantable, paciencia infinita y buena voluntad para cultivar y cosechar sus dividendos”.
“For me, nurturing peace is like planting and growing trees. Just like trees need water and good soil to grow, peace requires unwavering commitment, infinite patience, and good will to cultivate and harvest its dividends.”
Abiy Ahmed Ali’s Nobel Lecture: https://t.co/HLO52wmqGn pic.twitter.com/wxT1Wtdejk
— The Nobel Prize (@NobelPrize) December 10, 2019