“Con desclericalizar quiero decir que los gobiernos asuman su responsabilidad como autoridad civil y que apliquen las leyes seculares a estos violadores”, dijo el sociólogo sobre los sacerdotes pederastas.
El Papa Francisco decidió derogar el secreto pontificio el pasado 17 de diciembre, acto seguido los Legionarios de Cristo publicaron un informe en el que reconocían casi 200 casos de abuso sexual a menores en manos de sacerdotes de la congregación, entre ellos su fundador, Marcial Maciel.
En entrevista para Aristegui En Vivo, el sociólogo especializado en creencias religiosas, Bernardo Barranco, aseguró que a pesar de que dicho informe tenía como fin “lavar la cara de los Legionarios y adelantarse a nuevas denuncias”, en realidad generó una serie de reacciones contra la organización religiosa, incluso provenientes desde el interior de la Iglesia Católica.
Ante este escenario, Barranco destaca que la sociedad está en el momento de “desclericalizar el tema de de los abusos sexuales a menos”, pues ya no basta la denuncia eclesiástica ni que sea la Iglesia la que tome cartas en el asunto.
“Con desclericalizar quiero decir que los gobiernos asuman su responsabilidad como autoridad civil y que apliquen las leyes seculares a estos violadores“, dijo el sociólogo.
Reconoció que a pesar de que hay una serie de elementos que apuntan a que existe “una especie de manejo de la crisis” en los Legionarios, la realidad es que a nivel interno existen divisiones que, a su vez, están evidenciando las dos caras con la que siempre se ha manejado este grupo religioso. Por un lado “se muestran abiertos y transparentes” cuando en realidad, aquellos que han buscado compensaciones o alguna negociación amistosa, han sido violentados de manera más grave.
“El caso más notorio fueron los hijos de Marcial Maciel que terminaron acusados de chantaje y acusados penalmente. El tema es escabroso porque los Legionarios siguen con este doble discurso, con una cara bondadosa, buena y transparente, pero cuando te enfrentas a ellos, según testimonios de las víctimas, son verdaderas fieras que se defienden con todo”, señaló.
“No se trata de pecados o faltas a la verdad o de propiciar la crisis de la Iglesia. Son delitos criminales que tienen que ser juzgados y aplicados con las leyes seculares del país, el problema es que no todos los gobiernos tienen esta legislación que les permite tener esto”, dijo Barranco.
El sociólogo enfatizó que el apoyo y protección a Marcial no solo vino desde la congregación, sino desde la propia cultura de corrupción que existe en México.
“Maciel no solo es fruto de este cobijo sino también de lo que ocurre en México, tenemos que reconocer la complicidad de grandes empresarios como Romo o Slim que son de los grandes apoyadores de la causa, hay que revisar el papel de los medios que hostigaban a aquellos que se atrevían a denunciar”, dijo.