PHOENIX, Arizona – El gobierno de EEUU comenzó el jueves a enviar a los solicitantes de asilo de regreso a la ciudad mexicana de Nogales, donde aguardarán ser convocados a audiencias a casi 350 millas de distancia en Ciudad Juárez.
Las autoridades están expandiendo el programa llamado “Esperar en México”, el cual requiere que decenas de miles de solicitantes de asilo esperen en el país latinoamericano a que llegue la fecha de su audiencia en una corte migratoria.
Hasta esta semana, el gobierno había trasladado a algunos de los solicitantes desde Nogales, Arizona, a El Paso, Texas, para que pudieran ser enviados a Ciudad Juárez.
Ahora, los solicitantes de asilo tendrán que abrirse paso por su cuenta por los peligrosos caminos en el lado mexicano de la frontera.
Unos 30 solicitantes de asilo fueron enviados el jueves a Nogales, México, dijo Gilda Loureiro, directora del refugio de migrantes San Juan Bosco en Nogales, Sonora.
Loureiro dijo que los migrantes aún no llegaban al albergue, pero que las instalaciones están listas y tienen capacidad para 400 personas.
“Nosotros vamos a recibir hasta el cupo que tengamos”, afirmó.
Los detractores aseguran que el programa “Esperar en México”, cuyo nombre oficial es Protocolos de Protección a Migrantes, una de varias medidas implementadas por el gobierno del presidente Donald Trump que prácticamente han puesto fin al asilo en EEUU, pone a los migrantes que huyeron de sus países de origen en situaciones peligrosas en las localidades fronterizas mexicanas, donde a menudo son secuestrados, asaltados o extorsionados.
Un estudio del grupo activista Human Rights First difundido en diciembre documentó al menos 636 reportes públicos de violencia en contra de solicitantes de asilo devueltos a México, incluyendo violación, secuestro y tortura.
El grupo dijo que la cifra representa un marcado incremento respecto a octubre, cuando se identificaron 343 ataques, y resaltó que la cifra más reciente sin duda es mucho mayor debido a que la mayoría de las víctimas de un delito no reportan sus casos a la policía.
Nogales es ahora el séptimo cruce fronterizo por el cual las autoridades estadounidenses han enviado de regreso a México a los solicitantes de asilo para que aguarden sus audiencias. La medida fue implementada a partir de enero de 2018 en San Diego.
Hasta finales de noviembre, más de 56,000 personas habían sido enviadas de regreso a México, según el Centro de Información de Acceso a Registros Transaccionales de la Universidad de Syracuse. De los más de 24,000 casos que han sido decididos, únicamente en 117 se ha otorgado el asilo o alguna otra forma que les permita permanecer en EEUU, menos del 1%.
Pero las autoridades estadounidenses han elogiado el programa, señalando que ha ayudado de manera significativa a reducir el número de cruces fronterizos ilegales.
La Patrulla Fronteriza detuvo a poco más de 33,000 personas en la frontera suroeste durante noviembre, en comparación con los 144,000 casos de mayo pasado, cuando se registró la cantidad más elevada del año.
En un comunicado, el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dijo que el programa ha sido “una herramienta sumamente efectiva”.
“Estoy confiado en el continuo éxito del programa para juzgar rápidamente los casos meritorios y evitar las solicitudes fraudulentas”, escribió Wolf.
Un panel de tres jueces de un tribunal de apelaciones en San Francisco escuchó argumentos el 1 de octubre respecto a una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles para bloquear la medida. La corte aún no emite un fallo.
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