Se trató del funeral más multitudinario en Irán desde la muerte en 1989 del fundador de la república islámica, el ayatolá Rubolá Jomeini.
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, sollozó mientras acompañaba a los dolientes el lunes en una oración durante el funeral del comandante militar Qassem Soleimani, cuya muerte en un ataque estadounidense ha causado profunda conmoción en la república islámica.
Los iraníes se volcaron a las calles de Teherán para despedir al comandante de las Fuerzas Quds, la unidad a cargo de las operaciones en el exterior de las poderosas Guardias Revolucionarias de Irán.
Medios estatales dijeron que el funeral congregó a millones de personas.
Las imágenes de la masiva procesión, mostrada por la televisión estatal, sugieren que se trata del funeral más multitudinario en Irán desde la muerte en 1989 del fundador de la república islámica, el ayatolá Rubolá Jomeini, líder de la revolución que puso a Teherán en su ruta de colisión con Washington.
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La multitud coreaba “muerte a Estados Unidos”. Un cartel que sostenía uno de los asistentes decía: “Tenemos derecho a buscar venganza”, haciendo eco de comentarios similares hechos por líderes militares y políticos de Irán.
Un gran número de iraníes consideran a Soleimani, un veterano condecorado tras el conflicto de ocho años con Irak, un héroe nacional, especialmente por haber movilizado a grupos chiíes musulmanes en suelo iraquí para ayudar a derrotar a los militantes suníes de Estado Islámico.
La muerte del general, la segunda figura más influyente en Irán después de Jamenei, ha dado pie a despliegues de unidad pública pocas veces vistos en Irán, luego de las protestas contra el Gobierno surgidas en noviembre y cuando quedan pocas semanas para las elecciones legislativas de febrero.
Con información de Reuters