El presidente reconoció que la investigación se ha complicado, pero afirmó que “no es un asunto de falta de recursos, de voluntad. No vamos a encubrir a nadie”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que será este jueves cuando se reúna de nueva cuenta con las madres y los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa para informarles cómo van las investigaciones.
En la conferencia matutina afirmó que la decisión de todo su gobierno es llegar a la verdad pues “es una espina que tenemos clavada”.
“No vamos a dejar este asunto. Está dedicado de tiempo completo Alejandro Encinas, todo un equipo. Hay investigadores, acompañantes de los padres y madres que participaron desde el inicio de la investigación y se les había negado su participación. Los padres pidieron que se incorporaran de nuevo. Se está haciendo un trabajo profesional con el apoyo de todas las instancias del gobierno”, afirmó.
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Reconoció que la indagatoria se ha complicado, pero afirmó que “no es un asunto de falta de recursos, de voluntad. No vamos a encubrir a nadie”.
“Lo único que puedo decir es que yo deseo con toda mi alma, saber sobre el paradero de los jóvenes, dónde están”, manifestó.
El miércoles, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, anunció la reinstalación del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI) en las nuevas investigaciones del caso Ayotzinapa.
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Por la tarde, nos reunimos con el secretario ejecutivo de la @CIDH @PaouloAbrao e integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertas y expertos Independientes(GIEI) para formalizar su reinstalación a la investigación en el caso #Ayotzinapa pic.twitter.com/wMgkam7az5
— Alejandro Encinas (@A_Encinas_R) January 8, 2020
El GIEI fue producto de un acuerdo de asistencia técnica entre el gobierno federal durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En 2015, dicho grupo presentó resultados de sus investigaciones, que descartaban la hipótesis de que los normalistas fueron asesinados y sus cuerpos incinerados en el basurero de Cocula, Guerrero, como lo afirmó el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
Sin embargo, a principios de 2016, el entonces presidente Peña Nieto dijo durante una visita a Dinamarca que el tiempo de investigación del GIEI había concluido.
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El GIEI denunció que, pese a las promesas del gobierno de Peña Nieto de colaborar con sus indagatorias, sus labores fueron obstaculizadas por funcionarios de la administración peñista durante su estancia en México.