HMD fue un éxito instantáneo cuando se lanzó en el Mobile World Congress hace dos años. Ese rápido aumento se debe a algunas cosas clave: el precio, la marca familiar y el compromiso a largo plazo de su predecesor con el teléfono con funciones.
Aquellos que han estado siguiendo la industria durante algún tiempo recordarán que el móvil original de Nokia no fue particularmente rápido para adoptar el estilo de vida de los teléfonos inteligentes, pero la compañía mantuvo su participación en el mercado atendiendo al extremo inferior del mercado. HMD ha continuado abrazando la categoría al relanzar algunos diseños familiares y al crear nuevos teléfonos no inteligentes.
Si bien comparte un número con el QWERTY-sporting Asha, el Nokia 210 es más potente que el BlackBerry. El teléfono del tamaño de Palm luce una pequeña pantalla, rodeada de una carcasa gruesa y algunos botones grandes. El teléfono puede acceder a Internet a través de Opera mini, por lo que los usuarios pueden hacer alguna red social ligera.
Y sí, corre la serpiente.
HMD promete un impresionante mes de duración de la batería, empaquetado en un teléfono que debería costar alrededor de 30 € ($ 34).
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