El diseño del Plan Nacional de Desarrollo es una valiosa oportunidad para poner a las mujeres y a las niñas en el centro de las políticas públicas, además es necesario adoptar medidas urgentes para eliminar las causas de la discriminación y todas las formas de violencia, apuntó el organismo internacional.
A fin de lograr un México más igualitario y sostenible, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a que el Estado garantice políticas públicas y servicios de calidad que aseguren la protección social de las mujeres y niñas, el pleno ejercicio de sus derechos y su acceso a la justicia.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, el organismo hizo ver la necesidad de implementar políticas públicas para dicho fin, ya que sólo 43 por ciento de ellas participan en el mercado laboral, en comparación con los hombres que es de 78 por ciento.
Con el tema “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”, la Organización de las Naciones Unidas en México también se pronunció para que la protección social de las mujeres y niñas sea garantizada.
Recordó que las mujeres en el país ganan en promedio salarios más bajos e interrumpen su participación frecuentemente para dedicarse al cuidado de los hogares y de las personas.
Por ello, el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere llevar a cabo cambios transformadores, con enfoques integrales y propuestas innovadoras en defensa de los derechos de ese sector y las niñas, así como de la igualdad de género.
La protección social, explicó, se entiende como todas aquellas políticas y programas destinados a reducir y prevenir la pobreza, la vulnerabilidad, la violencia y la exclusión social, y sólo con su implementación se podrá alcanzar mayor igualdad entre hombres y mujeres; lograr un futuro sostenible para México.
La inversión pública en sistemas de protección social sensibles al género, además de servicios e infraestructuras en todos los sectores, es indispensable para garantizar el acceso efectivo de todas las mujeres a la justicia, a la educación y al mercado laboral, así como a una vida libre de violencia en las diferentes etapas de su vida.
En ese sentido, el diseño del Plan Nacional de Desarrollo es una valiosa oportunidad para poner a las mujeres y a las niñas en el centro de las políticas públicas, además es necesario adoptar medidas urgentes para eliminar las causas de la discriminación y todas las formas de violencia.
Referidas políticas deben tomar en cuenta las grandes diferencias entre hombres y mujeres para acceder al empleo y a la toma de decisiones, tanto económicas como sociales.
También deben considerar la exclusión de dicho sector de los sistemas existentes de protección social, ya que éstos se encuentran ligados al trabajo formal y las cifras indican que las mujeres trabajan principalmente en la informalidad, lo que significa que carecen de acceso a servicios de salud, de cuidados, programas para la vivienda, ni de ahorro para el retiro, entre otros.