El P. John Connor participó en el encubrimiento de sus casos, dicen víctimas de “violación de límites” tanto físicos como emocionales por parte de un sacerdote.
El nuevo superior general de la congregación Legionarios de Cristo estuvo involucrado en el encubrimiento de al menos un sacerdote que tuvo una conducta sexualmente inadecuada
Dos mujeres que denunciaron ser víctimas de “violación de límites” tanto físicos como emocionales por parte de un sacerdote de los Legionarios de Cristo, aseguraron que el nuevo superior general de la congregación, el P. John Connor, participó en el encubrimiento de sus casos.
Los Legionarios de Cristo eligieron este 6 de febrero como nuevo Superior General al P. Connor, de origen estadounidense y el primer no mexicano en dirigir la congregación fundada por el fallecido sacerdote Marcial Maciel.
Maciel, de acuerdo con los Legionarios de Cristo, abusó de al menos 60 menores de edad. Le sucedieron al frente de la congregación el también fallecido P. Álvaro Corcuera y el P. Eduardo Robles-Gil.
El P. Connor deberá dirigir la congregación durante los próximos seis años. Asume el cargo tras graves denuncias realizadas en los últimos meses contra miembros de los Legionarios de Cristo por abusos sexuales de niñas y de seminaristas, así como de encubrimiento.
Denuncias en 2017 y 2019
En un comunicado publicado el 7 de diciembre de 2019, el P. Connor, entonces director territorial de los Legionarios de Cristo para Norteamérica, reconoció que la congregación recibió denuncias sobre inconductas del P. Michael Sullivan en 2017 y en 2019.
Según el comunicado del P. Connor, las denuncias recibidas en 2017 apuntaban a que el P. Sullivan “cruzó los límites de comportamiento que se esperan de un sacerdote”. Dos años más tarde, ante una nueva acusación, el sacerdote “admitió haber violado el Código de Conducta de los Legionarios de Cristo conforme al Apéndice A:1 en más de una ocasión desde 2013 al presente”.
El Apéndice A:1 del Código de Conducta de los Legionarios de Cristo se titula “Mala conducta que involucra adultos que consienten”, y se define como la “mala conducta sexual consentida con otro adulto involucrando contacto físico o a través de medios de comunicación (por ejemplo cibersexo, mensajes de texto sexualmente explícitos, encuentros sexuales por cámara web, etc.)”.
Sin embargo, de acuerdo con las víctimas contactadas por ACI Prensa, el P. John Connor se habría resistido repetidamente a hacer público el caso del P. Sullivan.
“Cuidado con el P. Michael”
Una de las primeras víctimas en denunciar al P. Michael Sullivan, en 2017, lo hizo tanto ante la Arquidiócesis de Galveston-Houston (Estados Unidos) como ante los Legionarios de Cristo. “El único seguimiento que tuvimos fue que el superior del P. Michael dijo que el P. Michael iría a una evaluación psicológica de una semana”, dijo.
Durante la secundaria, recordó, el P. Sullivan “fue muy lisonjero conmigo y se quedaba en casa de mis padres tan tarde que mi papá lo echaba”. La situación llegó al punto de que el padre de la entonces adolescente le advirtió que tenga “cuidado con el P. Michael”, pues él y su madre pensaban que estaba enamorado de la menor.
Años después, una amiga suya le confió que el P. Sullivan también había cruzado los límites de una relación saludable con ella, especialmente durante su preparación pre matrimonial.
“Él siempre quería reunirse con ella cuando su prometido no estaba disponible y le hacía comentarios realmente oscuros, y eventualmente le envió un mensaje donde le decía: ‘desearía ser el que se casara contigo’”.
“Él le enviaba muchos mensajes crípticos como ese. Pero no lo supe hasta que finalmente le dije sobre mi extraña relación con él como adolescente. Y así cuando ella me dijo eso, yo le dije ‘está bien, entonces necesitamos ir a reportarlo’. Creo que su código de conducta lo consideraba violaciones de límites emocionales. Así que no esperábamos que le retiraran sus facultades (ministeriales) en ese punto ni nada”, añadió.
El comunicado del P. Connor
La joven, hoy de 27 años, criticó luego al P. John Connor, pues a pesar de las denuncias, que luego incluirían la de traspaso de los límites físicos con al menos otra mujer, se negaba a hacer un comunicado público respecto al caso del P. Sullivan.
En una llamada telefónica, recordó, “le rogué. Le dije ‘después del P. Maciel nos prometieron transparencia y ahora estoy escuchando que no va a haber un comunicado público sobre el P. Michael’. Yo le rogué que haga un comunicado público sobre el P. Michael”.
“Y él fue insistente en que no habría un comunicado público en ningún momento”, dijo.
Otra de las víctimas se presentó ante los Legionarios de Cristo para denunciar al P. Sullivan en octubre de 2019. “Él esencialmente me puso la mano encima en una forma que parecía que estaba atraído románticamente por mí”, dijo.
La mujer, casada, lo conversó con su esposo y decidió encarar al sacerdote legionario. “Le pregunté si eso había sucedido alguna vez antes y dijo que sí, que él había tenido violaciones de los límites físicos con muchas mujeres durante casi todo su sacerdocio”, recordó.
“Le pregunté si alguna vez había dormido con alguien y él admitió que había tenido una relación sexual continua con otra mujer. Así que cuando lo reporté a la Legión, les llevé una gran cantidad de información, porque él me reveló cosas por cerca de tres horas en esa conversación”, añadió.
La respuesta de los Legionarios de Cristo, dijo, fue que “estaban muy contentos de que me presentara y dijeron repetidamente que ellos no habían tenido ninguna idea de que tuviera problemas con mujeres. Y yo pedí aclaraciones varias veces y se me dijo constantemente, por diferentes superiores, (…) que no tenían idea de que haya tenido problemas previos con mujeres”.
“Por cinco semanas los presioné para que hicieran un anuncio y dijeran a los estudiantes, porque él estaba asignado a una universidad, así que estaba trabajando con estudiantes universitarias. Y la Legión no haría un anuncio formal, pero dijeron que serían al menos sinceros si las personas les preguntaban dónde estaba, que ellos dirían que había sido retirado del ministerio y dirían que él estaba teniendo estas violaciones de límites emocionales y físicas”, dijo.
“Me enteré después de cinco semanas de que ellos se estaban negando a hacer cualquier tipo de comunicados y cuando las personas preguntaban por dónde estaba (el P. Sullivan), ellos solo decían ‘él está en terapia’”, añadió.
Para la víctima del P. Sullivan, “lo que eventualmente forzó (al P. Connor) a hacer el comunicado que salió es que estuvimos en contacto tanto con la Diócesis de Austin y la Arquidiócesis de Houston y las tres víctimas pusimos presión”.
“Nada de eso habría salido a la luz sin que las tres víctimas uniéramos fuerzas y fuéramos a las diócesis a poner presión. E incluso entonces, John Connor solo publicó un comunicado horas antes de que la diócesis publicara el suyo”.
El comunicado de la Arquidiócesis de Galveston-Houston fue publicado el 7 de septiembre de 2019, en la misma fecha que el documento firmado por el P. Connor.
“Yo me presenté con total transparencia, les di toda la información que querían saber y aún sintieron que era apropiado mentirme y tratar de encubrir la verdad”, dijo.
Para esta víctima, el nombramiento del P. John Connor como nuevo Superior General de los Legionarios de Cristo “no me da mucha esperanza de que la Legión esté avanzando con ninguna transparencia en ningún otro caso”.
Las terapias del P. Sullivan
Consultados por Catholic News Agency (CNA), agencia en inglés del Grupo ACI, Gail Gore, vocero de los Legionarios de Cristo en Estados Unidos, señaló que “la práctica estándar en la Iglesia y nuestro propio Código de Conducta dicta que las violaciones de límites no son motivo para retirar permanentemente del ministerio a alguien. A veces es prudente remover a un sacerdote temporalmente del ministerio, dependiendo de la naturaleza de la violación de límites”.
Para los Legionarios de Cristo, el P. Connor “actuó más allá de los requerimientos de nuestro Código de Conducta al remover al P. Sullivan del ministerio por un periodo de tiempo y enviándolo a Nueva York para una evaluación psicológica de una semana con un psicólogo experto que trabaja con sacerdotes. La evaluación determinó que él no era un riesgo para menores. Sin embargo, aún se le brindó continua y frecuente terapia al P. Sullivan”.
“Sobre el conocimiento público de las quejas contra él en 2017”, continuó, “los Legionarios de Cristo tienen una clara política de comunicar públicamente sobre abuso sexual de menores y adultos vulnerables. Las acusaciones en 2017 contra el P. Sullivan no eran ninguna de estas. Sin embargo, estamos desarrollando actualmente una política de comunicación sobre violaciones de límites”.
Con esta nueva política, dijo Gore, si se presentara un caso similar “la Legión lo comunicaría públicamente”.
Para los Legionarios de Cristo, el P. Connor “no fue negligente” en la manera como abordó las denuncias contra el P. Sullivan. “Él cree, sin embargo, que hay espacio para la mejora al trabajar hacia una cultura de cero abuso”.
“En este momento no creemos que se haya roto ninguna ley. Estamos realizando una investigación profunda, con un tercero, para confirmar esa creencia tanto por el interés de las denunciantes y del P. Sullivan, quien merece una evaluación justa y profunda de las denuncias”, dijo Gore.
Sobre la acusación de la otra víctima, de que le negaron que el P. Sullivan tuviera denuncias anteriores, el vocero de los Legionarios de Cristo en Estados Unidos dijo que cuando la mujer “hizo el reporte a fines de octubre, preguntó si el P. Sullivan tuvo una historia de malas conductas sexuales con cualquier otra mujer. Se le dijo que el P. Sullivan no tenía historia de violar los límites físicos o malas conductas sexuales. En el momento, eso era verdad”.
Al referirse a la denuncia previa realizada en 2017, Gore dijo que el P. Sullivan “no fue acusado de traspasar límites físicos o mala conducta sexual”, y reconoció que “esta información no fue revelada” a la mujer que denunció en octubre de 2019.
(Con información de ACI Prensa)