“A varias de ellas se les dijo que debían ser esterilizadas debido a que las mujeres con VIH no tenían autorización a tener hijos”, indicó la Comisión para la Igualdad de Género.
Decenas de mujeres sudafricanas portadoras del VIH fueron esterilizadas contra su voluntad y/o presionadas para hacerlo antes de dar a luz, reveló este lunes una investigación llevada a cabo por una comisión independiente del país africano.
La Comisión para la Igualdad de Género de Sudáfrica indicó en su informe que varios hospitales públicos violaron la dignidad de la mujer tras cinco años de investigaciones en torno a 48 casos denunciados en el país.
“Toda mujer tiene derecho a tener hijos, independientemente de su estatus. Someter a una mujer a una esterilización forzosa por ser portadora del VIH es una violación de sus derechos fundamentales”, resaltó, de acuerdo con Europa Press.
Así, ha señalado que las demandantes “afirmaron que a varias de ellas se les dijo de forma expresa que debían ser esterilizadas debido a que las mujeres con VIH no tenían autorización a tener hijos“.
En este sentido, la Comisión subrayó que “parte de los requisitos para la esterilización es que los cuidados y tratamientos alternativos sean explicados a una persona antes de ser esterilizadas“.
“Las acusaciones sugieren que las demandantes fueron coaccionadas o forzadas a firmar los documentos de consentimiento sin que se les presentaran o explicaran métodos alternativos”, manifestó la comisión.
“Es más, la naturaleza permanente o irreversible del procedimiento no les fue explicada“, señaló, antes de agregar que una de las demandantes denunció que el personal sanitario “le dijo que estaba firmando un documento estándar”.
En este sentido, informó que “en algunos casos, a las mujeres se les entregaron los documentos cuando estaban en un dolor extremo por el parto y se les comunicó que no recibirían ayuda médica a menos que los firmaran”.
“Por ello, la cuestión que surge no es si se obtuvo el consentimiento o si los documentos fueron firmados, sino cómo se obtuvo este consentimiento. Es decir, si fue informado, libre y válido, dadas las circunstancias en las que estaban las mujeres”, sostuvo.
De esta forma, la comisión resaltó que las demandantes vieron violado su derecho a la igualdad y a no ser sometidas a discriminación, así como los derechos a la dignidad, la integridad física y la libertad y seguridad sobre sus cuerpos.
“Las demandantes fueron sometidas a un tratamiento cruel, de tortura o inhumano (…) el personal médico violó su deber de cuidar a las pacientes”.