A la suspensión de rodajes y el aplazamiento de estrenos, se suma el problema de la falta de ingresos para miles de trabajadores de la industria cinematográfica.
La pandemia de coronavirus supone un gran golpe para la economía mundial y la industria cinematográfica no es una excepción. Hollywood está prácticamente paralizado por el Covid-19: estrenos aplazados, salas de cine cerradas, eventos cancelados e innumerables rodajes suspendidos dentro y fuera de Estados Unidos han generado una situación que acarreará pérdidas millonarias. Una sangría que los expertos cifran, en el caso de la meca del cine, en unos 20 mil millones de dólares.
Un artículo publicado por The Hollywood Repoter destaca que, por ejemplo, cada día que la filmación de la nueva película de Marvel Studios, “Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos”, rodada en Australia, está suspendida cuesta a Disney hasta 350 mil dólares.
Y no es la única superproducción que ha paralizado su filmación. La misma suerte han corrido títulos como “Misión Imposible 7”, con Tom Cruise; el remake de “La Sirenita”; “Nightmare Alley”, de Guillermo del Toro; el biopic de Elvis Prestley, suspendido después de que Tom Hanks dio positivo, o la cuarta entrega de “Jurassic World”.
La suspensión de rodajes se une al aplazamiento de estrenos programados para estos meses. Algunos de ellos, como la última entrega de la saga “Rápido y Furioso”, la secuela de “Un lugar tranquilo”, la nueva película de “James Bond” o el remake en acción real de “Mulán”, estaban llamados a convertirse en los taquillazos del año. Retrasos que también generan pérdidas importantes.
En el caso de “Sin tiempo para morir”, la última película de Daniel Craig como agente 007, el aplazamiento del lanzamiento, previsto inicialmente para abril y que finalmente verá la luz en noviembre, conlleva un coste cifrado en unos 50 millones de dólares. De hecho, la industria ya señala que en este momento las pérdidas en taquilla serían de unos 7 mil millones de dólares. Y subiendo.
Tampoco hay que olvidar esos títulos que se estrenaron este fin de semana o hace un par de semanas y que han visto cómo su marcha en la cartelera se ha truncado abrupta y definitivamente. Es el caso de “Bloodshot”, filme de acción y ciencia ficción protagonizado por Vin Disel, o incluso “Sonic”, la adaptación del mítico videojuego que arrancó muy bien en taquilla y que, como suele ocurrir con las películas de animación, esperaba tener una vida larga con varias semanas entre las cintas más vistas.
Y el gran drama del coronavirus en Hollywood no es el de los estudios. Es el de los cientos de miles de trabajadores asociados, de una u otra manera, con la actividad cinematográfica y que se están viendo duramente golpeados por esta crisis.
“En estos momentos, miles de nuestros empleados en todos los sectores de la industria del entretenimiento están sufriendo grandes reveses financieros”, señala Matthew D. Loeb, directivo de la Alianza Internacional de Trabajadores de Cine.
Los profesionales de la industria no deberían ser un daño colateral en la lucha contra el Covid-19, dijo Loeb a la publicación estadounidense.
(EuropaPress)