TERRORISMO
El término terrorismo se usa para indicar acciones violentas perpetradas para lograr algunos objetivos religiosos, políticos o sociales y para obligar a los gobiernos a actuar.
El terrorismo no debe verse como un fenómeno en sí mismo. El terrorismo per se no existe. Siempre es una rama del fanatismo de religiones, castas, idiomas o regiones. Siempre se debe a alguna queja, ya sea real o percibida. Pero es una pena que los gobernantes actuales no lo vean como una actividad consecuente. Los políticos a menudo dicen que el terrorismo no pertenece a ninguna religión, casta o algo por el estilo. Se percibe como un fenómeno de novo. No es de extrañar que los gobiernos intenten controlar las actividades terroristas con métodos inapropiados. El uso de armas para matar a los terroristas puede brindar un alivio inmediato y una cierta satisfacción mental para los gobiernos que pudieron vengar. Pero tal retribución vengativa por parte de un gobierno de una sociedad civilizada es retrógrada. Dichas actividades no pueden eliminar el terrorismo, ya que la causa básica sigue sin mitigarse. Las actividades antiterroristas actuales que usan armas pueden compararse con el tratamiento sintomático de enfermedades recurridas cuando el diagnóstico es incierto. La ciencia médica no se ha desarrollado en las líneas esperadas porque no se presta mucha atención a los factores etiológicos. La refinación de la armería terapéutica solo ha llevado a tratamientos prohibitivamente costosos, además de amortiguar la búsqueda para descubrir los factores etiológicos de las enfermedades.
Dos razones concretas para el terrorismo son bien conocidas. 1. Las necesidades básicas para una vida digna que no se satisfacen es una razón importante para las actividades terroristas maoístas. La llamada sociedad civilizada y sus gobiernos elegidos democráticamente han fracasado miserablemente a este respecto. 2. Las ideas fundamentalistas religiosas predicadas son otra causa igualmente importante de las actividades violentas generalizadas que se observan en la región del sudoeste asiático y África. Probablemente hay algún elemento relacionado con la pobreza para la proliferación del fundamentalismo religioso en esas regiones. Esto probablemente significa el fracaso de las religiones convencionales en mitigar el sufrimiento de la gente.
Por lo tanto, el control del terrorismo necesita
a) Atención adecuada y prioritaria a los programas de alivio de la pobreza. Pero hoy en día los gobiernos, que desperdician una gran economía en artilugios de guerra y la industria del entretenimiento, es una locura grave y una prioridad equivocada.
b) El fundamentalismo religioso debe controlarse predicando valores morales como la verdad, la honestidad y el humanismo a la gente. La sociedad materialista ha olvidado o abandonado totalmente los valores humanos como no deseados. Grandes sumas derrochadas en la industria electoral y cinematográfica deberían ser desviadas a esquemas de alivio de la pobreza y difundir valores morales entre las personas de manera concertada.