Los países africanos necesitan "actos de inicio" más que nunca para apoyar la innovación

Los países africanos necesitan “actos de inicio” más que nunca para apoyar la innovación

Las iniciativas nacionales catalizan el crecimiento en el floreciente sector tecnológico de la región

A medida que las consecuencias de COVID-19 continúan afectando a las principales economías de África, las empresas tecnológicas en esos países necesitan apoyo estatal.

La legislación nacional que crea marcos claros y apoyo operativo para las nuevas empresas es una de las mejores maneras de ayudar a las empresas digitales de África a sobrevivir y prosperar a través de la crisis del coronavirus, y mejorar su entorno a largo plazo.

África tiene docenas de ecosistemas emergentes prósperos que perseveran en esta crisis, pero ahora más que nunca, necesitan un impulso. Las ganancias obtenidas por los fundadores hasta ahora están en peligro debido a la desaceleración económica en curso. El Banco Mundial estima que el crecimiento económico solo en África subsahariana disminuirá de 2.4% el año pasado a -2.1 a -5.1% este año. Si es correcto, la región experimentará su primera recesión en un cuarto de siglo.

Ahora es el momento de algo que ya se había retrasado en muchos países africanos: los líderes políticos deberían apoyar a las startups a través de actos de startups nacionales.

Adedana Ashebir de Village Capital, Créditos de imagen: Village Capital

En diciembre pasado, Senegal se convirtió en la segunda nación africana en promulgar una Ley Nacional de Inicio, siguiendo el proyecto de ley histórico de Túnez que se aprobó en abril de 2018. Otros países pueden seguir pronto: se discutió la legislación de inicio en Ghana y Malí antes de que los nuevos titulares monopolizaran el coronavirus.

El resto del continente puede aprender mucho de Túnez, que aprobó su Ley de inicio en 2018 después de recibir aportes de empresarios y economistas. Además de aclarar las reglas que rodean a los fondos de capital de riesgo, inicial y de capital, la ley otorga beneficios a las empresas designadas como nuevas empresas. Esto incluye aliviar sus cargas impositivas y de contribución a la seguridad social, proporcionar acceso a cuentas bancarias de divisas y ofrecer salarios subsidiados para los fundadores. Más de 50 nuevas empresas han aprovechado la etiqueta de “inicio”. Varios empresarios tunecinos me han dicho que gracias a la nueva legislación, pueden reinvertir los ahorros de estos incentivos en sus negocios.


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