La construcción empezará lenta y gradual

Dice el presidente de la CNIC que la industria ya venía muy golpeada desde antes de la pandemia y luego paró actividades en 80%, así que los beneficios de arrancar como actividad esencial tardarán en llegar

Las empresas constructoras del país reanudarán sus obras el 1 de junio con un ritmo lento, moderado y gradual debido a que gran parte de ellas, sobre todo las micro y pequeñas, están descapitalizadas y solo algunas tuvieron recursos para conservar a sus trabajadores inscritos en el IMSS durante la pandemia, reconoció Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CNIC).

Este año de 2020 empezó mal para esta industria, con un decrecimiento importante en los tres primeros meses, a lo que se agregó la suspensión de actividades el 30 de marzo que obligó a parar actividades a 80% de las empresas y el 20% que se mantuvo activo se dedicó a obras de mantenimiento de hospitales, instalaciones hidráulicas, eléctricas, algo de refinerías y conservación de carreteras, agregó el dirigente en entrevista con Aristegui en Vivo.

El pasado 15 de mayo, el gobierno federal clasificó a la industria de la construcción como actividad esencial, junto con la minería y la automotriz, lo que las autorizaba a reabrir actividades este lunes 1 de junio.

Ramírez Leal señaló que, en vista de su nuevo estatus, las empresas afiliadas a la CNIC comenzaron a registrar sus autoevaluaciones el 18 de mayo y que, de acuerdo con datos del director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, más de 10 mil empresas fueron validadas.

“A partir de hoy la situación cambia, las empresas seguirán auto evaluándose, pero ya no será impedimento para que sigan trabajando”, añadió el dirigente.

La industria de la construcción tiene un valor de 25 mil 743.7 millones de pesos, según datos a marzo de INEGI, da empleo (solo considerando contrataciones formales) a cerca de 458 mil personas, con un sueldo promedio de 8 mil 75 pesos.

Ramírez Leal indicó que la declaratoria como actividad esencial el pasado 15 de mayo constituye una oportunidad para la reactivación, sin embargo, tendrá que ser moderada, y no arrancará con la misma cantidad de trabajadores que tenía antes de la pandemia, además de que las repercusiones positivas tardarán algunos meses en llegar.




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