Aunque seguramente no es la receta que más apetece en verano, si bien hay muchas recetas de sopas frías actualmente, algunas dietas basadas en sopa han conseguido captar la atención de muchas personas que están intentando perder peso y han oído que con estas sencillas recetas pueden lograr su objetivo.
Aún así, las dietas a base de sopa que prometen resultados ante el exceso de kilos, están rodeada de polémicas ya que como no es oro todo lo que reluce, estas técnicas también tienen sus contraindicaciones, cosa que pocas personas saben.
Las dietas basadas en sopa prometen ayudar a perder una cantidad significativa de peso en menos de dos semanas (entre 5 y 10 días) pero como suele pasar en otros métodos engañosos de pérdida de peso, lo que conseguimos con estas dietas es perder agua y con ello hidratación, en ningún caso grasa.
Puesto que el cuerpo, y más en verano, necesita estar hidratado y que al tratarse de pérdida de líquido es fácil que recuperemos esos kilos rápidamente, podemos decir que, en general, es desaconsejable seguir esta técnica.
Algunos perjuicios
No ayuda a perder grasa, da calor y al tratarse de dietas diseñadas para dar resultados a corto plazo, nos arriesgamos a sufrir un efecto rebote bastante negativo.
Así pues, aunque el consumo de sopa está relacionado con un índice de masa corporal (IMC) más bajo aunque se desconoce la razón científica, este no es aconsejable para bajar de peso como método único a seguir.
Beneficios
Aún así, la sopa aporta múltiples beneficios si lo que estamos buscando es un plato que añadir a nuestra rutina y que sea saludable además de sencillo. Al comer sopa, lo que conseguimos es un aumento de la ingesta de verduras, fibra y agua, cosa que también implica un plus de vitaminas esenciales y compuestos vegetales beneficiosos.
Estos beneficios no se notan en una o dos semanas, es preciso que el consumo de este plato sea regular a lo largo del año para notar los cambios en nuestro cuerpo.
Además, al contener fibra, supone una excelente herramienta para controlar y reducir el apetito, una de las mayores dificultades cuando intentamos hacer alguna dieta.