Francisco Rivera Ordoñez ha ganado una nueva batalla judicial, en esta ocasión al futbolista Sergio Ramos, después de ocho años pleiteando por la concesión del mercado sevilano la Nave del Barranco. La batalla judicial comenzó en el año 2012 cuando el Ayuntamiento de Sevilla, dirigido en aquel momento por el exministro Juan Ignacio Zoido, adjudicó por 25 años la gestión de el antiguo mercado de abastos a la UTE ‘Lonja del Barranco’ a la que pertenece el diestro y el periodista Carlos Herrera, entre otros socios. La concesión de este mítico lugar situado junto al puente de Triana se daba con un canon anual de 25.000€, y la UTE de Rivera Ordoñez no era la única que aspiraba a explotar el lugar, reconvertido en el único mercado gourmet de la capital hispalense.
En el concurso también se presentó la empresa Sermos 32, perteneciente a la UTE Mercado de San Pedro, y entre cuyos socios se encuentran Sergio Ramos y José María Manzanares, compañero de profesión de Rivera Ordoñez, que pretendían anular la adjudicación al considerar que la empresa ganadora no cumplía con los requisitos solicitados por el Consistorio para lograr la cesión del lugar. Entre estos puntos se alegó que «la solvencia económica, financiera, técnica o profesional» de sus adversarios no estaba lo «suficientemente acreditada». Con esto, la UTE del defensa madridista acusaba a la ganadora del concurso de no haber acreditado de manera correcta que todas las empresas que conformaban ‘Lonja del Barranco’ estaban al corriente de pagos tanto a Hacienda como a la Seguridad Social.
La sociedad de Ramos y Manzanares impugnó el procedimiento y ahora, tras acudir al Supremo y llegar al TSJA de nuevo, este ha determinado que el concurso se celebró con todas las garantías, confirmando por tanto, que la adjudicación fue correcta. Aunque perdieron en primera instancia, recurrieron al TSJA que también desestimó el recurso. Pero el empeño del de Camas le llevó a ir al Supremo que devolvió la causa al Tribunal autonómico. Este en una sentencia dictada el 10 de julio, y que adelantó el periódico ABC, se ha valorado que la UTE ganadora cumplía con todos los requisitos y era, por tanto, la mejor oferta para la gestión del mercado gourmet.
A pesar de esta última resolución, la sentencia admite recurso de casación, y aunque les condena a pagar 1.000€ de costas, Ramos y Manzanares aún tienen la opción de volver a recurrir al Supremo. Todo a pesar de que el mercado permanece cerrado, seis años después de su inauguración, debido a la crisis del COVID.