Tiene 85 años pero no piensa en la jubilación —“la idea de dejar de trabajar me parece que conecta con la muerte”—. Convirtió el despacho de su padre y de su tío en un bufete con más de 1.800 profesionales, fundó el Partido Demócrata Liberal —le fue mal— y muchos años más tarde, el capítulo español de un organismo para combatir la corrupción política, Transparencia Internacional. Acumula condecoraciones y premios, pero insiste en que lo único que ha hecho bien en la vida ha sido “jugar al fútbol” —su padre le prohibió fichar por el Atlético de Madrid—. También ha superado el coronavirus.
Pregunta. ¿Tuvo miedo?
Respuesta. No. Fue molesto, pero no grave. Encantado de haberlo pasado ya.
P. Su hermano dijo que le faltaba “instinto criminal” para la política. ¿Qué cree que falta y qué cree que sobra hoy en el Congreso?
R. Con todos sus defectos, el estamento político lo está haciendo razonablemente bien en una época muy difícil. Unos mejor que otros, aunque los que se portan bien una época luego cambian.
P. ¿Le preocupa Vox?
R. Creo que su crecimiento no es espectacular. Sí me preocupa mucho el crecimiento de la extrema derecha alemana. Puede infectar a otros movimientos.
P. Es presidente de honor en España de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados. ¿Le preocupa el discurso contra los inmigrantes?
R. Siempre me han preocupado e irritado esos discursos. España tuvo más de tres millones de migrantes en países europeos por necesidades económicas y exiliados políticos durante la dictadura. Tuvimos problemas y tenemos que aceptar que otros los tengan. Generar miedo a esos movimientos es jugar con fuego y pediría a quien lo hace que renuncie a esa táctica porque es absurda y radicalmente injusta. Los movimientos migratorios son positivos para el país que los recibe.
P. Su padre fue muy amigo de John F. Kennedy y, según los cotilleos de la época, años después, de Jackie. ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando escucha a Donald Trump?
R. Que el populismo está dominando la política en el mundo. Mi madre era americana y yo me siento medio americano. Ahora allí es muy difícil hablar de política por la división sociológica que ha generado Trump. El populismo está en EE UU, en Reino Unido, en Francia… y eso quiere decir que los que no somos populistas no hemos sido capaces de ofrecer una alternativa aceptable. America First no quiere decir nada, pero si no hay otra cosa, triunfa. Espero que Trump pierda las elecciones, pero nadie apostaría su fortuna. Que el país más poderoso del mundo esté en manos de alguien como Trump es malo para todos.
P. En la firma hoy no queda ningún otro Garrigues. Prohibió que los socios incorporasen a sus hijos para “evitar el nepotismo”. ¿Dónde ve ahora más y dónde cree que es más dañino?
R. Si cada socio incorpora a su hijo, las firmas se destruyen porque todos van a pensar que el suyo es el mejor. Lo aprendimos de las firmas anglosajonas. La tendencia al nepotismo se ve en la vida política, las empresas… pero creo que en España es menor que en otras épocas. El papel de los medios ha sido fundamental.
P. ¿Ve series o películas de abogados? ¿Tiene una favorita?
R. Veo pocas series. A todo el mundo le gustan mucho las películas de juicios, atrae una barbaridad eso de que alguien que parece culpable sale absuelto o al revés. Creo que tiene que ver con que en el fondo todos nos sentimos un poco culpables de algo.
P. En 2014 creía que tarde o temprano habría un referéndum sobre la monarquía en España porque la democracia estaba cambiando a modelos más directos. ¿Cree que los escándalos de don Juan Carlos lo precipitarán?
R. Espero que no. Mantengo que en el futuro es perfectamente posible, pero creo que ahora no es el momento.
P. Su familia ha tenido una relación muy estrecha con don Juan Carlos. ¿Le entristece este final?
R. No me gusta. Espero que acabe de la mejor manera posible.
P. Ha celebrado el movimiento #MeToo. ¿Qué le diría a quienes llaman feminazis a las mujeres?
R. Que están perdidos. El movimiento está realmente empezando. Hay toneladas todavía de machismo en la sociedad española y vamos a tardar mucho en erradicarlas. Hoy, en un despacho como este, la mayoría son abogadas. Han mostrado más audacia y tienen un sentido del poder menos dogmático que el hombre. Eso mejora la calidad democrática.
P. ¿Perdonó a su padre? ¿Se imagina si le hubiera dejado fichar por el Atleti?
R. Todos tenemos en la vida una situación de esas, de qué hubiera pasado si… Mi padre no me dejó ser jugador profesional y la verdad es que de vez en cuando todavía me pregunto qué habría pasado, pero no pasó y me temo que ya no va a pasar (risas).
P. No se quejará este curso de falta de material para su obra de teatro anual.
R. (Sonríe). La de este año se titula Volveremos a morir y es la historia de cuatro personajes que se cuestionan todo. Me encanta escribir teatro y recomiendo a todo el mundo que no renuncie a pintar, hacer poesías… aunque lo hagan mal. Esa parte creativa de cada uno tiene mucho que ver con la felicidad.
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