Rafa Nadal siempre ha sido un hombre valiente y sincero en sus actos a sabiendas de que podrían armar un gran revuelo y no gustar a todos. Y así con su última determinación: renunciar a jugar el US Open de Estados Unidos -uno de los torneos más prestigiosos del circuito- ante el miedo por los efectos de la pandemia y la incertidumbre que todos sentimos. Como suele pasar con todo, Rafa ha tenido admiradores y detractores, pero si hay algo que no se le puede discutir es que es una persona consecuente en sus decisiones. Si bien es cierto que hay ocasiones en que algunas pueden salir bastante caro y buena prueba de ello es su pasión por los yates.
El balear tomó la decisión hace justo un año de deshacerse de la embarcación donde veraneaba con Xisca Perelló, familiares y el resto de amigos. El nombre elegido fue Beethoven y se trataba de una joya que había adquirido en 2016 con el objetivo de relajarse durante los meses de verano en las templadas aguas de sus queridas Islas Baleares. Un barco con 4 cabinas y capacidad para 8 huéspedes. Le puso mucho esmero a la hora de elegir cada detalle de su nuevo ‘juguete’ pero finalmente algo cambió y decidió deshacerse de él. Para eso se sirvió del portal de compra-venta de embarcaciones ‘Camper and Nicholson’s’, donde aparece el navío para ser comprado por quien desee. La descripción habla de ella como una «embarcación de 23,6 metros de longitud, con un motor de alto rendimiento, capacidad para ocho personas y con cuatro cabinas con baño privado, pocas horas de navegación, perfecto estado y un único propietario desde su construcción», que evidentemente es Rafa Nadal. Además, se especifican algunas características técnicas de interés para futuros interesados: IVA e impuesto de matriculación pagado. Interior y exterior Nuvolari Lenard. Decoración neutra y contemporánea. Disposición de cabina versátil. Cortina bimini retráctil y paquete de opciones extenso. Uno de sus mayores atractivos es la zona chill out con mesas, sillones y sillas, ideal para cenar o tomar una copa mientras se navega por alta mar.
¿Y qué hay del precio? El de Manacor estableció el precio de partida en 2.6 millones de euros. De eso hace 12 meses, pero por mala fortuna para él, ha tenido que rebajarlo hasta los 2.2 millones. El yate no encuentra comprador y Rafa ya ha perdido de una tacada 400.000 euros respecto a los que esperaba percibir por él. Está claro que esta cifra no significa lo mismo para uno de los deportistas mejor pagados del mundo que para cualquier persona de a pie, pero lo que parece evidente es que esta embarcación se está convirtiendo en un quebradero de cabeza más para el bueno de Nadal.
Lo sorprendente es que el tenista no ha esperado a vender el Beethoven para comprarse otro nuevo. Este verano está disfrutando ya de otro diferente, un modelo que mejora con creces a su precursor y que doblega su valor de mercado. Hablamos del modelo 80 Sunreef Power, con 28 metros de eslora (largo) y 12 de manga (ancho). Está valorado en 5,5 millones de euros y cuenta con habitaciones para alojar hasta 12 personas.
No son sus únicas características. Según publicaciones especializadas en navíos, tiene spa, piscina de hidromasaje y bar. La suite principal del barco es la estancia cuidada con más detalle ya que cuenta con una cama doble que da a la terraza de proa, un baño con ducha a ras de suelo, una zona vestidor y un escritorio. Como es habitual en este tipo de barcos, cuenta con motos de agua y una lancha auxiliar para que ir a tierra no signifique mover la embarcación al completo.
Esta es la piedra en el zapato de un hombre al que acostumbran a salirse bien las cosas, que es favorito en todos los partidos que disputa –sobre todo si se juegan en tierra batida- y al que estas dificultades que conllevan pérdidas importantes de capital no le hacen ninguna gracia, por mucho que los ceros de su cuenta bancaria sean numerosos. Por si fuera poco, lleva desde antes del confinamiento sin competir al más alto nivel y no tiene fecha fijada para su reaparición, con las dudas que esto conlleva en un deportista de élite.