El hundimiento del turismo extranjero se ceba con los hoteles de lujo


Dramática. Así es la situación que pintan los responsables de algunos de los mejores hoteles de España. Muchos, tras dar por perdida la temporada turística de 2020, en un intento por salvar los muebles, se apresuraron a abrir este verano con la esperanza de que, una vez controlada la pandemia, los clientes extranjeros poco a poco volverían.

No está siendo así o, al menos, no lo está siendo al ritmo que precisan los hoteles de lujo, donde el 65% de los huéspedes son extranjeros, según el último informe del banco BNP Paribas. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística hablan de una pérdida acumulada para el año 2020 de más de 27 millones de turistas extranjeros hasta junio, último mes disponible. Los informes del mes de julio, que van llegando a cuentagotas desde las asociaciones de hosteleros, no son mucho mejores.

La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, zona que incluye localidades como Marbella, uno de los bastiones nacionales de la hostelería de alta gama, contabilizó apenas algo más del 40% de ocupación durante este mes, con una llegada de extranjeros que no llega al 25%. Esto, en Andalucía, uno de los lugares predilectos del viajero español según el propio informe de BNP, pues en 2019 la comunidad acumuló un 21% de las pernoctaciones nacionales.

En Madrid, la situación es incluso peor. De los 31 hoteles de cinco estrellas que forman parte de la Asociación Empresarial de Hosteleros de Madrid, apenas están abiertos cuatro –el URSO Hotel & Spa Madrid, el NH Collection Madrid Suecia, el Hospes Madrid y el Barceló Torre de Madrid–, y su ocupación, dicen desde la organización, apenas llega al 15%.

“Nosotros ni hemos intentado abrir en agosto. Lo haremos en septiembre, aunque sin los estadounidenses, que son grandes emisores, sin los británicos, que tienen que pasar cuarentena al volver, y sin los asiáticos, apenas entran reservas. Confiamos en las entradas a última hora”, explica Verónica García, consejera delegada en el Hotel Orfila Relais & Châteaux y el Heritage Madrid Hotel Relais, ambos hoteles de cinco estrellas.

Algo mejor le van las cosas por ejemplo al Precise Resort El Rompido, en Huelva, un negocio que depende más del turista francés que del que llega desde Reino Unido y que está sabiendo explotar su inmenso campo de golf para atraer a los aficionados a este deporte. Aún así, su porcentaje de reservas se mantuvo en julio en el 50% y en agosto alcanzó apenas el 60% cuando en los meses estivales tienden a superar con holgura el 90%, explica Raquel Galván, su directora comercial.

Hacia un otoño negro

“Un agosto al 50% como el que tenemos es una catástrofe”, relata, menos optimista, Fernando Al-Farkh, director de Los Monteros, un cinco estrellas ubicado en Marbella. El vacío que deja la falta del turista llegado de fuera, explica Al-Farkh, es por ahora demasiado grande en los hoteles exclusivos como para que lo cubra la atracción de clientes nacionales.

Además, opina, es consecuencia de la incertidumbre originada por la desinformación: “El otro día una clienta italiana me preguntó si era verdad eso que había leído de que el 40% de los españoles teníamos coronavirus. Se está manejando la información muy mal”. Como resultado, explican los hosteleros, los meses de septiembre y octubre están sumando casi una cancelación por cada reserva.

Así le está sucediendo también a Jorge Manzur, director general del Anantara Villa Padierna, que contabiliza apenas un 10% de las reservas de cara a los meses de otoño debido, sobre todo, a la falta de grandes grupos de convenciones y de bodas, que son los eventos que suelen salvar esos meses. Pero Manzor es positivo: “No estamos dando seguridad con la información y hay mucho amarillismo sobre los casos de coronavirus que hay en España, pero, tarde o temprano, los ingleses tendrán que volver. Seguro”.


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