Un miércoles a las 4 pm en junio de 2017, estaba en una oficina pequeña y abarrotada en el centro de Manhattan.
La abarrotada sala de conferencias, con al menos cinco personas más de las que recomendaría cualquier jefe de bomberos, estaba repleta de papeleo y una colección ecléctica de bolígrafos baratos. A medida que me acercaba al final de la tercera hora y la tinta de mi séptima pluma, me di cuenta de que el proceso de cierre de la hipoteca puede ser algo anticuado.
Después de cerrar mi primera casa, era inconcebible para mí que todos los demás gastos de mi vida se hubieran vuelto digitales, pero la compra más importante que hice requirió cientos de firmas y varios cheques escritos a mano entregados en persona. En comparación, he podido reembolsar mis préstamos estudiantiles, comparable en magnitud a un pago inicial, exclusivamente a través de portales en línea.
Cómo COVID-19 está acelerando los avances digitales
La pandemia de COVID-19 ha cambiado casi todas las facetas de nuestras vidas. Un posible lado positivo para el mundo inmobiliario puede ser un ajuste de cuentas forzado con el proceso de cierre de la hipoteca. Los avances tecnológicos como los cierres electrónicos están acelerando este arduo proceso hacia la era digital. La Oficina del Censo de EE. UU. Publicó cifras en julio citando el aumento de la propiedad de viviendas en todo el país a medida que la pandemia impulsa la demanda de propiedades unifamiliares fuera de las áreas urbanas. Esto se ve confirmado por el aumento significativo en las solicitudes de hipotecas observado en el segundo trimestre de 2020.
Los primeros signos de digitalización del proceso de originación de hipotecas se observaron a mediados de 2010 cuando los prestamistas comenzaron a adoptar divulgaciones digitales. A pesar de la disponibilidad de tecnología, el mercado ha sido más lento para adoptar por completo los cierres digitales que permiten que el paquete completo de préstamos sea revisado, registrado, firmado y notariado electrónicamente. Un verdadero cierre electrónico incluye un pagaré digital (“eNote”), una cita de cierre virtual y la transferencia electrónica y el registro de documentos por parte del condado, todo lo cual puede ser coordinado y ejecutado remotamente por las partes involucradas. El mercado comenzó a acelerarse en los últimos años y hemos visto que el número de hipotecas electrónicas aumentó en más del 450% de 2018 a 2019.
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