Los patinetes eléctricos implicados en accidentes de tráfico se triplican en Barcelona


Los patinetes eléctricos implicados en accidentes de tráfico en Barcelona siguen aumentando. Durante los meses de enero y febrero, antes de las restricciones de movilidad para frenar el coronavirus, se triplicaron respecto a los mismos meses de 2019, con 107 accidentes. Pasado el estado de alarma, vuelven a pasar los 50 accidentes mensuales. Y vale la pena recordar que el año pasado la presencia de estos vehículos de movilidad personal en la siniestralidad ya se había cuadriplicado respecto al año 2018. El Ayuntamiento de Barcelona y la Guardia Urbana se mostraron este jueves preocupados por el fenómeno y las “conductas irresponsables” y aseguraron que ya están realizando campañas informativas y de sanción a los usuarios. Las multas impuestas en lo que va de año al colectivo son 5.869.

De hecho, los patinetes son la mancha en los datos de siniestralidad de la ciudad entre enero y julio. Un periodo en el que los accidentes de tráfico cayeron en global un 44% respecto al año pasado (hubo 3.201), debido a la caída drástica de la movilidad entre marzo y junio, cuando estuvo vigente el estado de alarma. Los heridos cayeron un 44,5% y los muertos a la mitad: de 12 a 6 personas. Los patinetes son la excepción y si todos los vehículos registraron caídas de la accidentalidad superiores al 40%, los de los vehículos de movilidad personal subieron: un 0,8% (de 241 a 243). Solo en el periodo de marzo a junio, durante las restricciones, la siniestralidad global bajó un 88%, en línea con el descenso del tráfico.

El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, y el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, subrayaron en rueda de prensa que los patinetes están presentes en accidentes variados. “Con peatones, con bicicletas, con coches, por saltarse semáforos”, enumeró Velázquez, que aludió a la “sensación de impunidad o invulnerabilidad de la persona que conduce que lleva, en algunos casos, a no observar normas muy básicas”. Batlle, por su parte, recordó que los patinetes deben circular por carriles bici y que su velocidad está limitada. Además, recordó que han pedido a la Dirección General de Tráfico que regule la circulación de estos aparatos, que en la ciudad y de forma pionera ya se han incluido en la Ordenanza de Circulación.

Más velocidad y gravedad de los accidentes, con heridos vulnerables

Respecto al global de los accidentes de tráfico, los responsables de seguridad del consistorio resaltaron que si la buena noticia del estado de alarma fue el descenso de siniestralidad, la mala fue que aumentó la velocidad del tráfico y la gravedad de los accidentes. Las sanciones por superar la velocidad permitida se triplicaron, pasando de 83.000 a 232.000, justo en un año en el que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau se había propuesto rebajar drásticamente la velocidad de la ciudad, extendiendo las zonas donde el máximo permitido es de 30 kilómetros por hora. Batlle y Velázquez apuntaron también que la falsa sensación de seguridad que daba la ausencia de coches provocó un aumento de la indisciplina y que se detectaran hasta 7.000 casos de conductores que se saltaron semáforos en rojo o señales de stop.

El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle. En vídeo, Batlle presenta  las cifras de la siniestralidad viaria en Barcelona durante los primeros siete meses del año, este jueves en una rueda de prensa.EFE

Sobre las causas de los siniestros, los responsables pusieron el foco en que la mayoría se debieron a conductores que no prestan atención (hablan o incluso escriben mensajes con el móvil), no respetan las distancias o conducen bajo los efectos del alcohol.

Y en el apartado de las víctimas, que caen de forma notable, alertaron de la presencia mayoritaria de los conductores más vulnerables, sobre todo motoristas, entre los muertos (seis en lo que va de año) y lesionados graves (88). De estas 88 personas, señaló Velázquez, 83 eran de colectivos vulnerables (54 motoristas, 21 peatones, seis conductores de patinetes y dos ciclistas).

En un año atípico, los datos muestran situaciones insólitas: apenas ha habido accidentes con taxis implicados (porque poco circularon durante el estado de alarma) o que la presencia de furgonetas en accidentes aumentó de un 6% a un 8%, atribuible al reparto de mercancías compradas por internet.


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