Koeman no cuenta con Luis Suárez, Rakitic, Vidal y Umtiti

Ronald Koeman posa junto a sus ayudantes Alfred Schreuder y Henrik Larsson en la Ciudad Deportiva del Barcelona.
Ronald Koeman posa junto a sus ayudantes Alfred Schreuder y Henrik Larsson en la Ciudad Deportiva del Barcelona.EFE

El primer encuentro entre el capitán del Barcelona, Lionel Messi, y el nuevo entrenador, Ronald Koeman, no fue esperanzador. El delantero rosarino continúa escéptico respecto de la capacidad de gestión de la directiva de Josep Maria Bartomeu para armar un proyecto competitivo en el que el Barça aspire a conseguir títulos después de una campaña en blanco. “En estos momentos me veo más fuera que dentro del club”, le soltó Messi a Koeman en la reunión que tuvieron el pasado viernes. El técnico holandés, sin embargo, es optimista. Y piensa en el 10 como líder de su equipo. “Es un placer tener un jugador como Messi en el equipo. Con su calidad encontrará el espacio en la evolución del equipo”, aseguró Koeman en una entrevista en Barça TV. Habrá que ver qué piensa el argentino, que desde hace unos meses dejó de esconder su hartazgo.

En julio, después de que se iniciaran las conversaciones para renovar su contrato, el 10 le pidió a su padre y representante, Jorge, que paralizara las negociaciones. Estaba cansado, había pasado un año demasiado convulso en el Camp Nou. En enero se despidió a Ernesto Valverde, con quien tenía buena relación. Un mes más tarde se enfrentó públicamente al exdirector deportivo, Eric Abidal, que había acusado a la plantilla de holgazanería. Los problemas siguieron en marzo, cuando tuvieron que negociar la rebaja salarial con la directiva. “Queremos aclarar que nuestra voluntad ha sido aplicar siempre una bajada del sueldo que percibimos, porque entendemos perfectamente que se trata de una situación excepcional y somos los primeros que siempre hemos ayudado al club cuando se nos ha pedido. La directiva nos trató de poner bajo la lupa”, se quejó Messi en un comunicado secundado por la plantilla.

Pero la rabieta de Messi empezó en los despachos y terminó en el campo. El vestuario nunca estuvo cómodo con Quique Setién y el equipo, tan poderoso como quisquilloso, simbolizó su desgaste en la durísima derrota ante el Bayern (2-8) en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Tercera eliminación ruidosa en Champions, ninguna tan deshonrosa como la de Lisboa. En este contexto, el 10 no tiene claro su futuro. Koeman no duda. Lo quiere con él. Si hasta se anima a bromear con el acierto goleador del argentino en las faltas directas. Messi marcó 43 con la camiseta del Barça por los 23 del holandés. “No podemos compararnos en el lanzamiento de faltas, porque Messi ha marcado muchos más. Pero yo solo he jugado seis temporadas en el Barça”, comentó, entre risas, el nuevo preparador azulgrana; “siempre es importante tener un buen lanzador de faltas y de saques de esquina en el equipo”.

El holandés también se definió como técnico. “Soy un entrenador al que le gusta la disciplina y la buena organización del equipo. Me gusta dominar el juego. A los holandeses nos gusta el fútbol ofensivo. Me gusta ser directo y tener una buena comunicación con los jugadores. Hago reuniones breves, pero dejo claro el mensaje”, explicó. Y remató: “Creo que como entrenador necesitas disfrutar del fútbol. Empezamos a jugar al fútbol porque amamos el deporte, por lo tanto, si das todo lo que tienes con una sonrisa, es mejor”.


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