Para los estudiantes de preescolar, primaria y telesecundaria no habrá aprendizaje ni por televisión ni por internet, sino por cuadernillos didácticos que un representante de los padres de familia tendrá que obtenerlos mediante una travesía de dos horas.
Por Diana Manzo
Juchitán, Oax.- Un cuadernillo que incluye actividades didácticas es la herramienta de enseñanza a distancia que optaron los maestros en el inicio del nuevo ciclo escolar para los 200 estudiantes en Santa María del Mar Oaxaca, una comunidad ikotjs ubicada en el Istmo de Tehuantepec donde no hay energía eléctrica, ni internet y tampoco camino terracero desde hace 10 años.
Para los estudiantes de preescolar, primaria y telesecundaria no habrá aprendizaje ni por televisión ni por internet, sino por cuadernillos didácticos que han elaborado los profesores y que entregaran de forma quincenal a un representante de los padres de familia que tendrá que realizar una travesía de dos horas para obtenerlo.
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El padre de padre o madre de familia cruzará en lancha por 30 minutos de Santa María del Mar al poblado de San Dionisio del Mar, posteriormente abordará una camioneta pasajera que lo conducirá por una hora y media a la ciudad de Juchitán, en donde los profesores entregaran cada una de las guías, así será el intercambio de actividades cada quincena.
Además, que por la pandemia de coronavirus, las autoridades restringieron la salida de las embarcaciones que daban el servicio pasajero, ahora lo hacen semanalmente o cada tercer día, inclusive cuando hay mal tiempo se prolonga a 15 días.
Eniceth Jiménez Estudillo, director de la Escuela Primaria “Lázaro Cárdenas” en Santa María del Mar, precisó que a falta de luz eléctrica limita el usar la televisión y el internet, además de que por la pandemia no se puede acudir a la comunidad por que el ingreso es restringido, entonces la única opción que acordaron son los cuadernillos.
Pero también señaló que esta situación no es nada fácil, pues algunos padres de familia no fueron a la escuela entonces no saben leer y escribir, lo cual dificultará también el aprendizaje en los menores.
“Ellos cuentan con paneles solares, pero son irregulares, a veces dan luz eléctrica y otras veces no, como colegiado de maestros decidimos mejor los cuadernillos, cada uno de los profesores vamos a elaborarlos por grupos y se los entregaremos para cada uno de nuestros alumnos, los costos de impresión y copias van por nuestra cuenta, ese es nuestro apoyo, nuestros niños lo merecen”.
Santa María del Mar, un pueblo pescador pero sin luz
Santa María del Mar, es agencia municipal de Juchitán, donde habitan unas mil personas y desde hace 10 años (noviembre 2005) se disputó de forma violenta con la localidad de San Mateo del Mar -pueblo ikoots- mil 369 hectáreas por un conflicto de límites de tierras, relacionado a la instalación de un proyecto eólico “Mareña Renovables” que finalmente no se concretó, pero se vio afectado su principal camino y también el abastecimiento de energía eléctrica, lo cual ha limitado su vida económica, también educativa y el acceso digno a la salud.
Los hombres de este lugar se dedican a la pesca, mientras que las mujeres elaboran totopos y también cortinillas de caracol, sin embargo, por la pandemia de Covid-19 les ha afectado considerablemente, lo cual los mantiene con una crisis económica.
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Ahora su única esperanza es que la obra de Granja solar que construye el gobierno federal a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) que comenzó a construir en octubre del año pasado y se retomó nuevamente hace unas semanas pueda concluir este mismo año.
Esta obra tiene un costo de 45 millones de pesos, y se pretende instalar 273 paneles solares que iluminarán además de las viviendas, tres escuelas de la comunidad y la explanada municipal y resolverán así el problema de falta de energía eléctrica que vive este pueblo mareño desde hace una década.