Invertir en el mercado inmobiliario es una de las mejores opciones que se les presenta a los futbolistas, que suelen destinar parte de sus millonarios sueldos a adquirir viviendas, locales o plazas de garaje. Iker Casillas no iba a ser menos y ahora, con su vuelta a España tras colgar las botas, está haciendo una serie de movimientos en lo que a su patrimonio inmobiliario se refiere, que no está dejando indiferente a nadie. Hace solo una semana se conocía que el cancerbero había comprado una impresionante vivienda en una de las mejores zonas del centro de la capital y que habría escriturado solo a su nombre. Una información que hacía saltar las alarmas ya que se publicaba al mismo tiempo que se hacía saber que su relación con Sara Carbonero había pasado por una crisis.
Siete días después y según informa ‘Diez Minutos’, la pareja ha puesto a la venta el que fuera su domicilio familiar ubicado en la exclusiva urbanización La Finca por 5 millones de euros. Una casa que compraron en el año 2014 por 2,5 milllones de euros a la actriz Lydia Bosch y a su exmarido, el arquitecto Alberto Martín. La vivienda cuenta con seis dormitorios, siete cuartos de baño, vestidor en dos alturas y otras comodidades tales como gimnasio, piscina interior de agua salada y exterior, spa, porche, jardín, todo distribuido en mil metros de parcela.
Pero además de esta enorme vivienda ubicada en la zona Paloma Blanca de La Finca en la que el matrimonio residió durante la última etapa de Casillas en el Real Madrid, el futbolista ya había adquirido con anterioridad una parcela en Los Lagos, otra de las zonas de la urbanización. Casualmente es en esta zona en la que Enrique Ponce y Paloma Cuevas también compraron un terreno y será allí donde todo apunta a que el torero irá a vivir con Ana Soria en los próximos meses. La parcela comprada por Casillas de unos 3.000 metros cuadrados resultaron un desembolso de un millón de euros para el mostoleño y, aunque en un principio se habló de que el matrimonio construiría ahí su hogar familiar, lo cierto es que seis años después no se sabe qué ha ocurrido con el terreno.
De momento parece que este nuevo rumbo que está a punto de tomar la vida de Iker Casillas y Sara Carbonero también se va a ver reflejado en su manera de enfocar su día a día. Todo porque llama la atención que la pareja haya puesto sus ojos en una zona como es la de Pintor Rosales, en pleno centro de la capital. De mudarse a esta nueva vivienda, el matrimonio cambiará sus vistas al mar por las del Parque del Oeste -uno de los pulmones verdes de Madrid-, pero también renunciará a la anhelada privacidad que siempre buscaron cuando vivían en Madrid y eran una de las parejas más cotizadas.
Otras inversiones inmobiliarias
A lo que no renuncian ni uno ni otro es a las casas que ambos poseen en las localidades de Navalacruz (Ávila) y de Corral de Almaguer (Toledo). Fue en 2011 cuando solo llevaban dos años juntos, cuando el portero decidió construirse una casa en la localidad abulense de la que son originarios sus padres. Allí suele escaparse siempre que puede y es donde se le ha visto compartiendo partidas de cartas y divertidas veladas con su pandilla de amigos de toda la vida. Cinco años después fue el turno del pueblo natal de la periodista. El matrimonio adquiría una vivienda que reformó a su gusto, y donde también suelen viajar. Allí Sara disfruta de cada momento junto a su familia, su madre, su hermana y sus amigas de la infancia.