Idoia Mendia (Bilbao, 54 años) espera en la sede socialista bilbaína, cuyas paredes rojas contrastan con un día gris. La secretaria general del PSE-EE y candidata a lehendakari encara los comicios autonómicos tras cuatro años de su partido como socio del PNV en el Ejecutivo vasco y entre ofertas de izquierda para formar un tripartito que aparte a Urkullu del poder en Euskadi.
Pregunta. ¿Qué sintió ante el ataque a su casa en las primeras elecciones sin ETA?
Respuesta. Sorpresa. Algunos tienen nostalgia de un pasado violento, sin cabida. Recuperé el oxígeno de la libertad en 2011, cuando dejaron de matar. El terrorismo ya no es problema, el discurso del PP está poco pegado a la realidad. Falta una reflexión crítica que hicimos todos los partidos, que compartimos bases éticas, menos uno (EH Bildu). Aquellos que comulgaban con el terrorismo de ETA deben hacer los deberes. Espero que podamos decir que matar fue injusto. Para hacer política en Euskadi debes ser optimista.
P. ¿Cómo valora los pactos con Bildu? ¿Son una opción de gobernabilidad?
R. Ni en los peores momentos renunciamos a hacer política con quien quiera acuerdos. Para construir Gobiernos necesitas exigencia ética y políticas sectoriales, en Euskadi hay una tarea pendiente.
P. El PSE se presenta como “única alternativa no nacionalista” pero gobierna con el PNV; la otra vía incluye a Bildu.
R. Hay otra alternativa, un Gobierno nacionalista que Bildu y PNV no rechazan. Nuestros votos darán progreso, entendimiento y que Euskadi no vaya al abismo catalán. La pandemia exige colaboración, debemos estar con el Gobierno de España. A las elecciones voy con las manos libres. Salvo la unión nacionalista, la gobernabilidad pasa por el PSE. Cuando somos fuertes a Euskadi le va bien.
P. Declina un tripartito de izquierdas. ¿Qué tendría que ocurrir, como cree el PNV, para aceptar?
R. Las bases del PNV quieren una Euskadi independiente, solo de vascos y con uniformidad ideológica. Nosotros, que las instituciones gobiernen para todos. Para ese tripartito que Podemos tiene como eje hay un actor sin bases éticas. No contemplo formar Gobierno con ellos, ni ellos votarían a una lehendakari socialista.
P. ¿Aliarse con el PNV resta perfil de izquierdas y oposición?
R. Trabajar con un partido tan diferente como el PNV ha sido positivo. Es bueno que Sánchez crea en la España autonómica, cuando estamos en los Gobiernos avanzan el autogobierno y las transferencias. Garantizamos políticas progresistas y de izquierda. Una fórmula de nacionalistas estará al soberanismo. Votar a Podemos no sabemos qué es; Bildu entre patria o políticas sociales, elige patria.
P. ¿Cómo valora el caso De Miguel de corrupción en el PNV?
R. La corrupción hay que combatirla. Puedes equivocarte al elegir personas, pero hay que atajarlo. Trabajamos para analizar comportamientos poco éticos y estar en guardia.
P. ¿Cómo protegerán los derechos sociales?
R. Las cuentas saneadas permiten un endeudamiento razonable para sostener lo público e incentivar los sectores económicos de futuro. Contamos con el Gobierno y una actitud europea opuesta a la de 2008. No será una crisis financiera.
P. ¿Cómo cambia el coronavirus la campaña?
R. Obliga a repensar y acelerar cambios sanitarios. La pandemia sigue aquí y pueden venir otras, debemos prepararnos y no abandonar a nadie, sobre todo a los jóvenes que perdieron el empleo por su temporalidad y precariedad. La ciudadanía no entiende la división política. En Euskadi muchos hablan de diálogo y no todos lo ejercitan. Dialogar y acordar no significa renunciar a tus principios. Nosotros acordamos hojas de ruta por cuatro años, la oposición debe hacer más que criticar.
P. Vivió la pandemia como ciudadana, como política y como hospitalizada. ¿Qué se pudo mejorar?
R. Es difícil preverlo. Es ineludible aprender para tener los materiales necesarios y preparar la Sanidad para lo urgente y lo ordinario. Nos jugamos mucho para no dejar a nadie atrás. Si podemos ir a la playa, podemos votar.
P. Según Urkullu, con autogobierno hubiera ido “igual o mejor”.
R. Los virus no conocen fronteras, requieren colaboración. Urkullu rechazaba el confinamiento, que nos ha salvado. El estado de alarma, eficaz y valiente, era fundamental pese a cercenar la movilidad.
P. ¿Aligerarán la carga soberanista del nuevo Estatuto?
R. Defendemos una reforma constitucional federalizante, aunque hay poco clima para ello, y adaptar el autogobierno. El trabajo con las comunidades durante la pandemia ha traído herramientas federales hacia posiciones comunes. La reforma estatutaria debe ser útil y no prometer lo inviable. La ciudadanía está conforme con el autogobierno y debemos evitar confrontar.
P. ¿Aspira al electorado verde próximo a Bildu o Podemos?
R. Hay que saber quién aplica la transición ecológica y no solo pía. Creemos en esta transición, el Green New Deal europeo, alineados con el Gobierno hacia una economía verde con oportunidades.
P. ¿La tragedia de Zaldibar puede hacerles perder la consejería de Medio Ambiente?
R. La tragedia es humana y nuestro compromiso es encontrar a los desaparecidos para cerrar el luto de las familias. Debemos reflexionar para que no vuelva a ocurrir, mejorar las leyes, establecer más controles y debatir que no sea más barato verter que revalorizar.
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