El verano de 2020 ha sido distinto para todo el mundo pero en el caso de Mila Ximénez sus diferencias han sido más notables y graves que para el resto. La periodista, que lleva unos meses tratándose para vencer el cáncer de pulmón que le diagnosticaron en pleno Estado de Alarma, ha dedicado mucho tiempo a cuidarse pero también a rodearse de sus seres queridos, habiendo disfrutado de unos días en familia junto a su hija y sus nietos en Marbella.
Hace solo unos días que, sin nadie esperarlo, la colaboradora regresó al plató de ‘Sálvame’ para sorprender a su íntimo amigo Kiko Hernández y este fin de semana su vuelta al trabajo se ha convertido en un hecho. Radiante de felicidad, la colaboradora ha recuperado su silla en Mediaset, pero no solo eso. El lunes por la tarde, Mila Ximénez disfrutó de un plan tan sencillo como poco habitual en estos tiempos que corren ya que estuvo en una terraza y paseando junto a sus compañeros y amigos, Antonio Rossi y Belén Rodríguez.
El trío de rostros televisivos compartió un divertido rato en el que los gestos de cariño eran constantes y durante el cual Mila atendió a la prensa revelando que se encuentra fenomenal y muy fuerte ante lo que tiene por delante, además de especialmente contenta por haber podido volver al trabajo, donde sus asuntos personales pasan a un segundo plano y disfruta haciendo lo que más le gusta.
Además, la ex de Manolo Santana confesó que no está nada nerviosa de cara al miércoles, un día muy importante para ella en el que tendrá que recoger unos resultados decisivos sobre su estado de salud y el avance de su tratamiento médico.
La sevillana quiso agradecer el cariño y la preocupación de sus seguidores y compañeros de la prensa y confesó que a fecha de hoy todavía no tiene nada nuevo que contar: «Estoy genial, muchísimas gracias por vuestra preocupación. Estoy muy bien. Las vacaciones bien, estoy muy bien, de lo otro bien, me encanta volver a trabajar, estoy feliz y mira, con mis amigos. Todo está genial.»