Nina Flohr, la nueva y muy rica prima ’griega’ del rey Felipe VI


En el protocolo no escrito de las monarquías en el exilio no se contempla los 80 años como la ocasión para hacer una gran fiesta y reunir en ella a representantes de otras casas reales. Es el caso de Constantino de Grecia que llega a esta edad este martes. Para la ocasión desde hace tiempo se preparaba una gran celebración que ha quedado suspendida por la pandemia. Así, el que fuera rey de los griegos pasará el día sin fiesta y sin familia, ya que salvo su esposa Ana María y su hijo Nicolás, el resto de los suyos están repartidos por medio mundo. Tampoco sus hermanas, la reina emérita Sofía e Irene de Grecia, podrán estar este año con él. Constantino vive muy protegido durante la pandemia por su delicada salud que le obliga de un tiempo a esta parte a desplazarse en silla de ruedas.

Constantino de Grecia ha sido para doña Sofía algo más que un hermano, ha actuado como fiel consejero en momentos complicados. Con él se reunió la reina emérita en su residencia griega nada más saber que don Juan Carlos había sufrido un accidente en Botsuana cuando estaba acompañado de Corinna Larsen. En otros momentos de tensiones familiares Tino, como le conocen en familia, ha actuado como bálsamo.

La reina Sofía cuenta con dos puntales masculinos en su vida: su hijo, el rey Felipe, y su hermano, Constantino de Grecia. En ambos se apoya en momentos de zozobra. Los hijos del que fuera rey Pablo están muy unidos. Irene vive con su hermana Sofía en el palacio de La Zarzuela desde hace muchos años. Constantino está instalado en Porto Helli desde hace seis años, cuando regresó de un exilio de 46 años.

Constantino de Grecia y su esposa Ana María volvieron al país del que tuvieron que exiliarse tras un breve reinado —desde 1964 a 1967— interrumpido por un golpe de Estado. El entonces rey tenía solo 24 años y acababa de casarse con su prima Ana María, princesa danesa y hermana de la actual reina Margarita. La pareja se instaló primero en Roma con sus dos hijos mayores y luego en Londres, donde nacieron los tres menores y donde vivieron muchos años y gozaron del amparo de Isabel II.

Pese a su peregrinar, Constantino nunca renunció a sus derechos dinásticos. El hermano de la reina Sofía vendió en 2014 su casa del elegante barrio londinense de Hampstead por 11 millones de euros e hizo las maletas con destino a Grecia con intención de quedarse. Antes hubo una maniobra de aproximación para testar el nivel de aceptación de los griegos a su vuelta al país. Pese a que nació en el exilio, Nicolás decidió casarse en agosto de 2010 en la isla de Spetses y allí estuvieron presentes representantes de todas las casas reales europeas. Esa cita fue de alguna manera el comienzo del regreso. Nicolás se instaló tras su boda con su esposa Tatiana en Atenas, en un apartamento casualmente propiedad de Sofía Papandreu, hija del ministro socialista Giorgios Papandreu, que en 1994 expropió a la familia real griega de sus bienes y les quitó la nacionalidad.

Durante sus años en el exilio, Constantino ha disfrutado de una vida cómoda. La fortuna familiar le fue retirada a la vez que le quitaron la corona pero en noviembre de 2002 el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo le dio la razón tras iniciar una batalla legal para recuperar sus posesiones y el Estado griego fue condenado a indemnizarle con 12 millones por los bienes confiscados.

Se esperaba que el 80 cumpleaños de Constantino supusiera un paso más en su vuelta a la normalidad en Grecia ya que hay muchos griegos que siguen sin perdonar las pasadas interferencias de palacio en la política del país —los tejemanejes de Constantino provocaron la caída de un gobierno progresista en 1965— o el apoyo dado por la familia real a diversas dictaduras que sufrió Grecia.

Los hijos de Constantino y Ana María llevan tiempo viviendo lejos unos de otros. Alexia se casó con el arquitecto español Carlos Morales y reside en Canarias. Pablo, tras contraer matrimonio con Marie Chantal-Miller, se instaló en Londres, aunque desde hace tres años se trasladó a Estados Unidos, donde estudian sus cinco hijos. En Estados Unidos está también Teodora, la pequeña de la familia, que trabaja para ser actriz y que la semana pasada tenía que haberse casado. En Europa permanecen Felipe, el menor de los varones, y Nicolás, que se encarga de los negocios familiares tras intentar iniciar una discreta vida pública en Grecia junto a su esposa Tatiana, dedicada a tareas solidarias.

En tiempos de coronavirus, la que fuera familia real griega se relaciona como muchas otras por videollamadas. Ello ha permitido lograr la primera imagen de todos juntos en mucho tiempo. Fue Pablo de Grecia quien publicó en sus redes sociales la imagen de todos reunidos en una de sus charlas ahora ya habituales. Es muy probable que la escena se repita hoy para celebrar en la distancia el 80 cumpleaños del patriarca a la espera de que lleguen tiempos mejores.


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