El pelo se estropea muchísimo durante los meses de verano por la sal del mar, el cloro de la piscina, la exposición al sol… Ahora, con la llegada de septiembre es el momento de recuperar su vitalidad y belleza natural. Para ello, uno de los aspectos más importantes es escoger productos para el pelo que se adapten a cada tipo de cabello.
Las necesidades de un pelo graso, con una excesiva producción de sebo, son muy diferentes a las de una melena seca y castigada. Por lo tanto, lo primero es elegir los mejores champús, acondicionadores y mascarillas.
Este es sólo el primer paso. Ahora hay que aplicarlos correctamente. Seguro que a lo largo de tu vida te has aplicado el champú cientos de veces, pero, ¿lo haces bien? Estos son los pasos que deberías dar.
Cantidad adecuada
La cantidad adecuada de champú es el equivalente al tamaño de una nuez. Hay quienes creen que por poner más cantidad de producto el pelo va a quedar más limpio. Pero nada más lejos de la realidad. Así sólo conseguirás obstruir los folículos pilosos, y que su aspecto sea sucio y sin brillo.
Masaje en el cuero cabelludo
Al aplicar los productos para el pelo hay que realizar un masaje en el cuero cabelludo con movimientos circulares para estimular la circulación sanguínea. Lo ideal es hacerlo con las yemas de los dedos, sin utilizar las uñas.
De dos a tres minutos
Para que los nutrientes penetren en el cuero cabelludo y hagan su efecto el masaje debe durar entre dos y tres minutos.
Agua fría
¿Te aclaras el pelo con agua caliente? ¡Error! Debes hacerlo con agua fría para que se cierre la cutícula y así el pelo se quede más brillante.
Suaves toquecitos con la toalla
Y, por último, después de lavarte el pelo, nada de frotarlo. La mejor forma de retirar la humedad es dando suaves toquecitos con una toalla de algodón.