‘No ajustar la estrategia, el peor error del gobierno durante la pandemia’: Jorge Ramos Pérez

En conjunto con Mariluz Roldán, el periodista coordina el libro ‘La historia oculta detrás de la pandemia’.

Por Héctor González

Si nos atenemos al número de muertos a causa del Covid-19, México se ubica entre los cinco países más afectados. Si en cambio, hacemos el cálculo en función del número de fallecidos por cada cien mil habitantes, hay al menos diez países más impactados por la pandemia.

El gobierno federal como casi todos, ha sido cuestionado por su estrategia para afrontar al coronavirus. La promoción en el uso del cubrebocas o el número de pruebas realizadas, son dos de las piedras de toque para los críticos de las políticas implementadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

Convocados por los periodistas Jorge Ramos Pérez y Mariluz Roldán, un conjunto de especialistas cuestionan la reacción de las autoridades ante la pandemia en el libro La historia oculta detrás de la pandemia. El baile de las cifras de López-Gatell (Grijalbo).

El libro tiene la intención de cruzar el impacto de la pandemia con la política pública. ¿Por qué es importante ligar ambos terrenos?

Las medidas de los gobiernos impactan en los sistemas sanitarios. Es verdad que hay problemas añejos como la mala alimentación y eso agrava el problema del coronavirus, pero la estrategia de este gobierno no ha sido la mejor. Asumimos que la pandemia era inevitable, pero quizá sí era posible disminuir la fuerza con que nos ha pegado. Ya rondamos las setenta mil muertes..

La mayoría de los textos cuestionan la estrategia del gobierno federal, sin embargo a nivel global son contados los gobiernos que han sabido afrontar la pandemia.

Claro. Suecia no hizo confinamiento y dejó a decisión individual el uso del cubrebocas. Sostener que como varios países no dieron en el clavo nosotros estamos condenados, me parece un error. Especialistas y científicos han hecho propuestas para que se ajusten cosas como el número de pruebas o el uso del cubrebocas. Incluso el Nobel Mario Molina lo ha recomendado. No obstante, las autoridades se niegan a rectificar. Creo que se podría incorporar a más voces al diseño de programas. Cabe mencionar que para el libro buscamos una entrevista con Hugo López-Gatell pero no accedió.

¿Un libro que politiza de esta manera la pandemia no cae en el riesgo de solo convencer convencidos, en este caso a los críticos?

Parte de los errores en la estrategia están vinculados con la comunicación. Tres conferencias de prensa al día no garantizan el acceso a la mejor información. Sin duda hay mucha polarización, pero es algo fomentado desde la propia autoridad. Cuando la prensa internacional notó, después de que los medios mexicanos lo registramos, las discrepancias en el número de fallecimientos, el gobierno federal habló de un complot. Los periodistas estamos para señalar lo que percibimos en la calle y argumentarlo con datos duros. En junio detectamos una discrepancia de los decesos. Según la Secretaría de Salud eran veinte mil los muertos por Covid-19, pero descubrimos que había dieciocho mil muertes más no contabilizadas. ¿A quién creerle? En ese sentido también es necesario someter a examen a los gobiernos anteriores. Solo así sabremos en qué condiciones dejaron al sistema de salud. En lo que atañe a este gobierno los recortes al sector fueron desmedidos.

¿Los errores de comunicación son de los más graves en el manejo de la pandemia a nivel federal?

Las señales encontradas confundieron, pero también la población toma sus propias decisiones. Al inicio de la pandemia la sociedad se adelantó. Las universidades dieron el primer paso. Cuando comenzaron las discrepancias y la danza de las cifras, el gobierno de la Ciudad de México hizo ajustes y tomó medidas distintas a la estrategia federal. Por otro lado es innegable que hay quienes toman el asunto con irresponsabilidad e incredulidad. Al final a los medios nos corresponde aportar elementos para que las decisiones se tomen con más conocimiento.

Este tipo de reacciones son globales. En Alemania los incrédulos han salido varias veces a la calle.

Los medios enfrentamos una tarea muy complicada porque casi todos estamos acostumbrados a estar en la calle. El confinamiento puede generar enfermedades de orden mental. Las autoridades podrían fortalecer las campañas para atender padecimientos como la depresión. Se necesita trabajar más porque esto ocasiona crispación en casa y afuera.

¿Los gobernadores estatales están usando la pandemia para llevar agua a su molino de cara a un proceso electoral que ya inició?

Sin duda este será un tema durante las campañas. Los políticos se nutren de estos problemas y las fallas del gobierno federal sin duda serán usadas. Supongo que algún impacto tendrá la salida de gobernadores de la CONAGO, pero recordemos que no es un órgano institucional ni legal. Seguramente las grillas no se detendrán y espero que no impacten en el control de la pandemia aunque hay estados que lo están haciendo muy bien como la Ciudad de México.

La politización de la pandemia la vemos en las cifras. Es verdad por número de muertes México está entre los cinco primeros lugares, sin embargo si se considera la comparativa por cien mil habitantes, el país no está entre los diez más afectados.

Claro, pero el uso político viene desde propio presidente. Se casa con los números y argumenta que los medios conservadores le hacen grilla. Sin duda habrá algunos que sí lo hagan, pero en general las estadísticas tienen diversos ángulos. Hay una gran diversidad de datos y los más preocupantes son el número de contagios y el hecho de que no se registran bien los decesos. Esa parte sí es fundamental porque la política pública se construye a partir de números falsos. Al no haber pruebas no sabemos realmente cuántos contagias hay. Nosotros documentamos que la gente no quiere y teme ir a los hospitales. El debate debería ir por ese lado.

¿Qué es lo mejor y lo peor en el manejo de esta pandemia a nivel federal?

Lo positivo es el desempeño del personal de salud. Médicos y enfermeras han trabajado de una manera increíble incluso sin recursos. Han hecho un esfuerzo impresionante para contener el impacto. La parte negativa es no modificar la estrategia y no hacer ajustes. Científicos mexicanos y extranjeros han ofrecido sus servicios, pero aferrarse a una idea que no da buenos resultados es el peor error de este gobierno.

 

 

 




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