Un nuevo compromiso en la Casa de Alba ha llegado en forma de buena noticia para la familia de la duquesa de Alba, que tendrá un buen motivo para volver a reunirse con la próxima boda de Carlos Fitz-James Stuart, hijo menor del actual duque de Alba, y su pareja, la empresaria Belén Corsini. Según publicaba ABC el pasado fin de semana la pareja se casará en cuanto la situación sanitaria lo permita. Y fue precisamente con la llegada de la desescalada cuando la pareja decidió comprometerse. La llegada de la fase 1 hizo que Carlos y Belén decidieran dar un paso más en su relación dos años después de comenzar a salir juntos. La entrada de Belén en la familia Martínez de Irujo supondrá también ser la protagonista de un auténtico duelo de estilo con su cuñada, Sofía Palazuelo, toda una seguidora de las tendencias que en cada una de sus apariciones públicas sobresale como una de las más elegantes.
El vestidor de la duquesa de Huéscar está lleno de básicos donde además priman los colores lisos, hay poco estampado y los pantalones ‘culotte’ o palazzo tienen un hueco privilegiado. En cuanto al calzado, Sofía es una auténtica fan de la comodidad, de ahí que las sneakers sean su mejor opción para darle un toque chic a un look working, aunque también calce stilettos negros, su imprescindible para ocasiones especiales. En cuanto a colores, negros, blancos, beige y azules son sus preferidos. Sin duda, una paleta cromática que combina con todo y que da juego a la hora de destacar con complementos o una prenda especial.
Ya destacaron con sus outfits en la boda de Valentina Suárez de Zuloaga y Manuel de Lacalle hace un año, siendo dos de las invitadas más acertadas. Una ocasión especial para Belén Corsini, ya que su presencia era su presentación oficial como pareja de Carlos Fitz-James Stuart, quien será su marido en un futuro no muy lejano, según sus deseos. Cada una con su propia personalidad las dos dejaron claro que la sencillez y el estilo es algo que prima en sus respectivos fondos de armario.
En aquella ocasión Sofía escogió un vestido de pailletes plateados que combinó con clutch buganvilla, sandalias rojas y tocado de plato empolvado, mientras que Belén se decantó por llevar su melena suelta y lucir un vestido primaveral verde con print de flores, sandalias doradas y bolso color berenjena. Dos cuñadas, dos estilos y dos de las invitadas mejor vestidas de aquella ocasión.