3D, ya solo nos falta imprimirlo a usted

Una imagen de la exposición sobre las posibilidades de la impresión 3D en CosmoCaixa.
Una imagen de la exposición sobre las posibilidades de la impresión 3D en CosmoCaixa.JUAN BARBOSA / EL PAÍS

En la entrada a la nueva exposición de CosmoCaixa, PRINT3D, dedicada a la nueva y revolucionaria tecnología de la impresión en tres dimensiones, una instalación resulta de lo más elocuente: simula una impresora 3D gigante en la que el visitante se puede hacer un selfie. El mensaje está claro: “Podemos imprimirlo todo, ya solo nos falta imprimirlo a usted”.

PRINT3D invita a viajar al nuevo mundo de realizaciones y posibilidades de futuro de un sistema que está abriendo puertas impensables y cambiando ya nuestras vidas. Desde la prótesis para un gato hasta una base lunar, pasando por extravagantes instrumentos musicales, vestidos, ¡comida! (bioimpresión), mobiliario, un puente un dinosaurio entero, ya es posible imprimir en 3D casi todo. Muy didáctica, llena de sorpresas y con un diseño que parece salido de un sueño visionario de Stanley Kubrick, la muestra ofrece un paseo a través de diferentes módulos sobre el nacimiento, desarrollo y asombrosas perspectivas de la impresión 3D.

Pese a las restricciones impuestas por la covid, la exposición, que como la permanente del museo echa mano de “mediadores” para profundizar en el tema, deja algo de margen para que el público interactúe (siempre con toda seguridad), como un divertido sistema (textilteca) que permite probarte calzado o un vestido creados por 3D. También colocar tu foto en relieve escaneada en un muro electrónico, algo que, curiosamente, pese a su modernidad, recuerda la Sala de los Rostros de la casa de Blanco y Negro de Juego de Tronos (en la exposición sobre la serie también podías subir tu foto: hay que ver cómo pueden coincidir fantasía medievalizante y futuro casi de ciencia ficción).

“La muestra permite ver los distintos modos de imprimir e impresoras”, explicó ayer en la presentación de PRINT3D el responsable de exposiciones de ciencia de la Fundación La Caixa, Javier Hidalgo, “y los diferentes materiales: hoy se puede usar acero, arena, cerámica… y no solo plástico”. Es, ha recalcado Hidalgo, “una tecnología que no para de crecer y sorprendernos; hoy se puede generar casi cualquier cosa”.

El responsable de exposiciones destacó el desarrollo de la impresión en 3D en el ámbito de la salud, especialmente en el campo de las prótesis, y también en el de la cirugía. “Todos querríamos que el médico que nos ha de operar haya practicado antes en algo lo más parecido a nosotros”, ha apuntado con humor. La exposición muestra un panel con fotos de animales que han sido arreglados con piezas hechas con impresoras en 3D: el nuevo pico de un tucán, la cola de un cocodrilo, la concha de un cangrejo ermitaño, el caparazón de una tortuga, el nuevo equipo motor de un perro mutilado… En una vitrina se muestra uno de los milagros sanitarios de la impresión en 3D en los primeros días de la pandemia: los respiradores de urgencia instalados en una máscara de buceo. También se muestra como podría ser una farmacia que trabajara la tecnología 3D, con medicinas personalizadas. En realidad, con el sistema puedes personalizarlo todo, incluso ponerle patas de pato a tu vieja mesita de noche…

Un ámbito de la exposición está dedicado a la moda, “las cosas que hace ya la 3D en ese sector son sorprendentes”, señaló Hidalgo. “Puedes probarte cosas, en modelos y colores variados, gracias al escaneo de tu cuerpo y la visualización de cómo te queda la ropa”. En la exposición figura un vestido (bastante osado) creado con impresora 3D en una sola pieza. Lo luce un maniquí con movimiento y es insólitamente vaporoso. En una pared se ven diferentes modelos de calzado creados por el mismo sistema.

En el ámbito artístico, la impresión en 3D ha traído una nueva facilidad creativa y nuevos formatos. En música, permite la creación de nuevos instrumentos y la exposición muestra algunos extravagantes que se diría salidos de la cantina de Mos Eisley de La Guerra de las Galaxias: un saxo eléctrico, el bajo segmentado con forma de alas de mariposa o el violonchelo hexachordo.

También en las aplicaciones musicales puede verse un violín construido por impresión en 3D junto a otro tradicional. La exposición invita a comparar sus sonidos. Desde un punto de vista más práctico, la sección dedicada a las casas impresas muestra cómo una impresora puede crear muros de adobe.

Cómo imprimir una moto y un dinosaurio

Aunque uno no tenga inicialmente ni idea de la tecnología de la que se habla, sale de la exposición con una idea bastante clara de cómo funciona y sobre todo con asombro por las posibilidades que ofrece. El recorrido incluye el esqueleto de un triceratops pintado en una pared junto a una impresora que va imprimiendo lentamente en 3D los huesos, que se irán colocando día a día en el dinosaurio hasta completarlo (se tardarán meses). También se exhibe una moto restaurada con piezas impresas.


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