*El próximo 7 de agosto es el décimo aniversario de su muerte
Por Cristina Pineda
México, 6 Jun (La Neta Neta). – El compositor mexicano Roberto Cantoral nació el 7 de junio de 1930 para llevar la música hecha en el país a los oídos del mundo entero gracias a composiciones como El reloj y El triste, que rápidamente se colocaron como parte de la historia de la canción mexicana.
A noventa años de su nacimiento y cerca de diez de su muerte, su familia sigue recordando y cuidando ese legado en cuanto a sus obras, pero también en las lecciones de vida que le dejó a sus hijos, entre ellos al mayor, Roberto Cantoral Zucchi.
En entrevista con La Neta Neta, el actual Director de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) recordó al creador de temas como Regálame esta noche, Al final y La barca, quien es también su mayor ejemplo de vida.
“Lamentablemente el tema de la pandemia nos complicó todo. Íbamos a hacer una hermosa misa, íbamos a hacer un homenaje en Bellas Artes y otras cosas, pero lamentablemente esta situación lo complicó y tenemos que ver si lo postergamos para el año que entra”, afirmó Cantoral Zucchi. “No tenemos otra opción que recordarlo en casa”, agregó.
Para el mayor de cuatro hijos no es fácil hablar de su padre porque solo tiene cosas buenas para decir. Él mismo se confiesa uno de sus mayores fans.
“Mi padre fue mucho más grande como padre que como autor, que como líder. Era fuera de serie, un hombre extremadamente bueno; era muy exigente, era duro y era bravo, no era un cuate que lo podías manejar, era alguien de carácter, pero un hombre con una bondad”, recordó.
Así también rememora cuando todo el tiempo le preguntaba a sus hijos si necesitaban algo al grado que a ellos les daba pena responder, pues sabían que Roberto Cantoral nunca les decía que no.
“Quienes lo conocieron pueden decir que nunca hablaba negativamente, odiaba que criticáramos a la gente, decía que la gente que trabaja y permanece es porque algo tiene. Yo me acuerdo que mi padre comía y tomaba vino con los albañiles y herreros, yo les tenía que hablar de usted porque nunca me permitió faltarle al respeto a nadie, independientemente el nivel social. Era un hombre muy cariñoso, un ser humano que respetaba a otro ser humano. Mi padre nos enseñó a ser sencillos y a respetar a toda la gente”.
La familia Cantoral asegura que la mayor satisfacción es que el pueblo y el público siga recordando la obra de Roberto Cantoral, quien en 1982 dejó su carrera en el apogeo de su éxito para dedicarse a defender el derecho de autor.
“Solo puede hablar bien de él que un hombre a los 52 años de edad, en el éxito de su carrera como autor mundial, la deja para dedicarse de lleno a defender el derecho de autor de todos sus compañeros, siguió escribiendo, pero no volvió a promover. A mi papá lo apasionó dar un salario digno a sus compañeros para que pudieran vivir del fruto de su trabajo. Tenía una gran calidad humana para poder renunciar”, argumentó Cantoral Zucchi.
Para continuar con su legado, hace cerca de un año y medio se realizó un disco en homenaje, donde cantantes como Camila, Sin Bandera, Carlos Rivera, Mijares, Edith Márquez, Natalia Lafourcade, Lila Downs, Ely Guerra, Alex Lora, Reyli y otro de sus hijos, José Cantoral, retomaron sus temas con su propio estilo con el ánimo de mantener vigente el catálogo con un sonido cercano a las nuevas generaciones.
“Él decía que la música mexicana se había ido al mundo porque éramos muchos muy buenos, siempre reconoció el trabajo de sus compañeros. Era un hombre que disfrutaba, vivía y gozaba ayudando a los demás. En primer término a su familia y en segundo a sus compañeros autores. Tuvimos una gran herencia con su honestidad, era otra cosa que era para el fundamental. Mi padre decía que peor que un asesino era un mal agradecido. De ese tamaño lo ponía”, añadió quien trabajó a su lado durante 25 años.
Es por eso que Roberto Cantoral Zucchi se acercó a luchar por los compositores mexicanos, ya que como hijo considera que es su obligación estar al pendiente del legado que dejó, su música y también de la gran lucha que hizo por el derecho de autor como líder de la Sociedad de Autores y Compositores.
“Es una gran responsabilidad que tenemos los cuatro hijos. Yo soy el mayor y tengo los derechos de la obra, pero nuestra obligación es cuidar el patrimonio y hacer que no muera la obra de mi padre, que siga trascendiendo generación tras generación porque junto con otros grandes autores es un patrimonio cultural de este país que debemos todos de defender. Muchas veces nos acordamos de las obras y los intérpretes, pero pocas veces recordamos quienes fueron esos hombres anónimos detrás de estas canciones”, señaló.
Roberto Cantoral, nacido en Tampico, no era un hombre de homenajes o premios. Lo que realmente disfrutaba era ganar concursos de canciones.
“No le gustaban los homenajes porque decía que los zopilotes están rondando, que cuando empezaban a hacer homenajes era porque ya se iba a morir”. Es por eso que cuando le realizaron un reconocimiento en Tamaulipas por parte del gobierno junto a Petróleos Mexicanos él dijo que el homenaje era para su padre, pues gracias a él era quien era. “Cuando finalizó y aplaudieron, mi padre se quedó sentado y el que subió fue mi abuelo”, apuntó Cantoral Zucchi.