Lima, 7 Jun (La Neta Neta).- Más de seis mil familias de la región Huancavelica, Perú, dedicadas a la crianza de alpaca y la producción de fibra encaran graves problemas sociales y económicos debido al aislamiento social dictado ante la pandemia de coronavirus, por lo que requieren acción y respuesta, señaló hoy la Defensoría del Pueblo.
“Estas familias pobres demandan un plan de contingencia para atender sus necesidades básicas”, estimó el organismo defensor en un comunicado y advirtió que la fibra, el producto más valorado de los derivados de la alpaca, ha experimentado una tendencia a la baja.
Con un precio de 14 soles por libra en 2019, los productores han sufrido desesperación ante la falta de demanda del recurso, por lo que lo han llegado a ofrecerllo hasta a cinco soles por la misma cantidad de fibra.
“La temporada grande de venta de fibra de alpaca es entre marzo y junio, sin embargo, actualmente no hay demanda y el mercado es incierto. A ello se suman los altos costos de los medios de transporte que limitan el traslado de los camélidos hacia los mercados”, explicó Roly Hander Bazán Zelada, jefe de la oficina de la Defensoría en Huancavelica.
El defensor se ha reunido con algunas de las familias productoras para estudiar soluciones a esta situación de vulnerabilidad económica, pues los clientes habituales de estos productos textiles encaran otras prioridades ante la crisis sanitaria, como la adquisición de medicinas y alimentos.
“Las familias criadoras de camélidos proponen que la producción sea adquirida por el Estado y que luego de ser transformada pueda ser distribuida por los programas sociales.
“Los criadores plantean adaptar el Fondo Agro Perú al contexto de la pandemia, permitiendo entregar préstamos con intereses bajos y que el sector alpaquero reciba la mayor garantía posible, para no tener trabas al momento de recibir los créditos”, detalló la Defensoría.
Además, recordó que no todos los pastores han tenido acceso a los bonos estatales ni cuentan con servicios de telecomunicación para registrarse en la base de datos del gobierno nacional.
“Incluso muchos de ellos son iletrados, tienen información muy limitada sobre las actividades esenciales permitidas y enormes dificultades para tramitar sus permisos o pases laborales. Por ende, necesitan una asistencia técnica directa de los sectores Agricultura y Producción en estrecha coordinación con el Midis (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social)”, señaló el organismo.
Además, la oficina local de la Defensoría distinguió que las personas más afectadas son los pastores de alpaca que radican en las zonas más alejadas, en puntos por encima de los cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
“Esta actividad es desarrollada principalmente por mujeres, quienes se encargan de la crianza de alpacas”, concluyó.
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