“Están primando más la política que la salud. Están jugando con nosotros”


El líder de la oposición, Pablo Casado, ha exigido este viernes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que acuda al Congreso de los Diputados para explicar las medidas impuestas con el estado de alarma en la Comunidad de Madrid y le ha acusado de “prepotencia grave” y “arrogancia insultante”. Casado ha culpado a Sánchez de intentar forzar que el Gobierno madrileño, que preside la popular Isabel Díaz Ayuso, “prevarique” al reclamarle que cumpliese unas medidas restrictivas que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid había tumbado.

El presidente del PP mantiene que la gran diferencia entre la decisión del tribunal madrileño para no respaldar esas medidas frente a lo que sí ha permitido este viernes el mismo tribunal superior pero en Castilla y León es simplemente que su ámbito de actuación en Madrid se pretendía para toda la región y allí solo para algunas capitales. Vox, por su parte, ha endurecido su discurso y ha convocado manifestaciones en coche el 12 de octubre, día de la Hispanidad, en el centro de varias ciudades contra un Gobierno que tacha de “criminal y totalitario”.

Pablo Casado ha comparecido en rueda de prensa desde la sede central del PP para remachar algunas ideas que lleva repitiendo casi desde que se decretó el primer estado de alarma, el pasado 14 de marzo, y que tienen que ver con su oferta para la modificación urgente de una serie de leyes sanitarias existentes que cree que podrían dar mejor cobertura jurídica a las restricciones de movilidad, como la ley 3/1986 de Medidas Especiales de Salud Pública. El líder popular insistió este viernes en esa idea pero sobre todo salió públicamente para atacar a Sánchez, al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y a todo el Ejecutivo. Y para defender a Ayuso: “Mi apoyo total a la presidenta madrileña que ha hecho mucha mejor gestión que el Gobierno de España”.

El presidente del PP rechazó la aplicación del estado de alarma a Madrid “porque demoniza a todos los madrileños” vivan donde vivan y tengan en esas zonas la incidencia de contagios por coronavirus que tengan. Piensa que las limitaciones deberían seguir aplicándose solo a los barrios, distritos o municipios con índices superiores a los marcados por las autoridades sanitarias. Casado defiende que podrían haberse estudiado y dialogado con la Comunidad otras opciones intermedias. El dirigente popular no cree que sea una actitud dialogante del presidente del Gobierno haber llamado en la noche del jueves, tras su regreso de un viaje oficial a Argelia, a Ayuso y haberle informado de las tres posibilidades que tenía encima de la mesa (entre ellas el estado de alarma) y haberle dado un plazo para contestar sobre las mismas hasta las 12.00 horas de este viernes. Ayuso no lo hizo y solo llamó al presidente cuando el plazo había expirado y el Consejo de Ministros ya estudiaba la aplicación del estado de alarma. Casado explicó que a Ayuso no le daba tiempo de convocar un Consejo de Gobierno regional para plantear alternativas y reprochó a Sánchez esa “falta de lealtad”.

Llegados a ese punto, Casado reprochó al presidente Sánchez otra vez toda su gestión desde el principio con relación a la covid-19 pero fundamentalmente su actitud tan impositiva con Ayuso y las contrapuso a sus negociaciones y Consejos de Ministros en Cataluña o incluso los acercamientos de presos de ETA a cárceles del País Vasco. “Todo es cartón piedra y propaganda”, reseñó, y refrendó las acusaciones de “atropello constitucional” lanzadas por el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, que es el político del que más se fía el Gobierno.

El presidente del PP volvió a recordar este viernes que en su pacto con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, está contemplado que serán las direcciones nacionales de ambas formaciones las que decidan sobre anticipos electorales o la fijación de mociones de censura y descartó ambas posibilidades. Casado sigue manteniendo una buena relación personal y política con Arrimadas, pese a los constantes desacuerdos y enfrentamientos públicos que esos dos partidos y sus dirigentes evidencian en Madrid.

Vox va un paso más allá del PP y saca la artillería para movilizar a la calle contra el Gobierno, haciendo coincidir la fiesta nacional del 12 de octubre con manifestaciones en coche por el centro de las ciudades en oposición a un Ejecutivo que describe como “criminal y totalitario”. El líder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, ha elevado todavía más el tono de su habitual despliegue de descalificativos sobre el presidente del Gobierno, al que ahora llama “tirano”. “Si el tirano Sánchez vuelve a decretar un ilegal estado de alarma, convocaremos el lunes 12-O, en todas las ciudades y pueblos, una nueva caravana por la libertad, contra la muerte y la ruina que trae Sánchez. Son una mafia y los madrileños no va a dejarse encarcelar de nuevo”, ha escrito en su cuenta de Twitter.

“El pueblo español ya frenó un golpe echándose a la calle. Lo volverá a hacer si es necesario”, escribió Abascal anoche en la misma red social. El lenguaje de la extrema derecha presenta a un Gobierno fuera de la legalidad constitucional y directamente golpista por el uso de un instrumento, el estado de alarma, en Madrid, para el que tiene plenas competencias.

Ciudadanos, socio de los populares en Madrid, difiere completamente del tono y entona el mea culpa por el “fracaso” a su juicio del intento de cogobernanza entre los Gobiernos central y madrileño. Inés Arrimadas, líder de Cs, e Ignacio Aguado, vicepresidente madrileño del mismo partido, intentaron que no se aplicara el estado de alarma tratando de que la Comunidad de Madrid aprobara una nueva orden que cumpliera con las medidas de Sanidad y con la base jurídica que reclamaba la justicia. Sin embargo, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, rechazó esa posibilidad que le presentaban sus socios y el Gobierno decidió intervenir. “La declaración del Estado de Alarma en Madrid era evitable. Había alternativas. Lamentablemente los políticos hemos vuelto a fracasar. Las consecuencias las pagan los ciudadanos. Mis disculpas por ello”, se pronunció después Aguado en su cuenta de Twitter.

La vicealcaldesa de Madrid, también de Cs, Begoña Villacís, a diferencia de Aguado cargó las tintas contra el Gobierno de Pedro Sánchez por su forma de actuar “unilateral”. “La reunión [en la Puerta del Sol entre los socios del Gobierno madrileño y el Ejecutivo municipal] ha sido estéril porque el Gobierno ya tenía preparado el estado de alarma para Madrid. Tanto es así que cuando Ayuso ha llamado a Sánchez ya estábamos recibiendo la notificación de que había una rueda de prensa del Gobierno para informar del estado de alarma”, se ha quejado Villacís. “Hemos intentado evitar a toda costa un estado de alarma, pero no había voluntad por parte del Gobierno del señor Sánchez. Demuestra su forma de trabajo absolutamente unilateral”. Villacís insiste en que los datos en Madrid “están mejorando” y el índice de contagios está por debajo de los 500 casos por 100.000 habitantes, según los datos del Gobierno madrileño. “Solo pido que sabiendo que llevamos dos días por debajo de los 500, si aguantamos tres días más, que el Gobierno de la nación rectifique y levante el estado de alarma”.


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