Utiliza expresiones como “me renta”, “peña”, “to´’ troll”, “es muy tocho”, “me la suda mazo” o “mixed feeling”. Tiene cuenta en la red social de moda, Tik Tok, y viste como le da la gana, con una querencia por la ropa llamativa. Todo correcto: hace lo mismo que muchos adolescentes españoles. Lo que no es frecuente es perder a una madre prematuramente. Dora Postigo tiene 16 años y su madre se llamaba Bimba Bosé, modelo, diseñadora y cantante que murió con 41 de un cáncer.
Cuando Bimba Bosé falleció, en 2017, Dora era una niña de 12 años. No le cuesta hablar de la situación más terrible que ha vivido. Lo hace con calma y con una intención valiente y optimista. Como era Bimba: valiente y optimista.
¿Cómo se supera una situación tan complicada siendo tan pequeña? Teniendo presente dónde estás. No perdiéndote. Es como un hostión que te desconcierta mucho. De un día para otro cambia todo. Tuve que aceptar que me iba a hacer mayor antes de tiempo. Mucha paciencia y estar tranquilo.
¿Recuerda la última conversación que tuvo con ella? No. Es que hay cosas de esa época que no las recuerdo. Me acuerdo de antes. Pero de la época que estuvo mala no. Es raro, pero la mente es así: las cosas que no quiere se deshace de ellas voluntariamente. Sí que me acuerdo de la última noche. Mi hermana [June, nacida en 2011] la estaba midiendo, con un metro. Le estaba diciendo: ‘Te miden nosecuanto los pies’. Yo tenía 12 años. Estaría toda pesada. Estaría jugando a un videojuego. O pintando, porque mi madre no me dejaba jugar a los videojuegos.
La adolescente tiene un claro parecido físico con su madre. También ha heredado la belleza de cuando su bisabuela era joven, la actriz italiana Lucía Bosé. La madrileña tiene en los genes la condición artística de la familia. Su tío abuelo es el músico Miguel Bosé. Su bisabuelo, el torero Luis Miguel Dominguín. Su padre, Diego Postigo, músico y realizador. También ahora es el representante de su hija. “Yo no quería que su carrera como cantante se lanzase tan pronto, pero es que no la puedo parar”, señala con una sonrisa el padre antes de la entrevista.
Ya a solas con Dora, pronto se constata, efectivamente, que lo suyo es imparable. Ha editado siete canciones, ha actuado en festivales como el BBK, ha participado en varias campañas de publicidad, ha sido la portada de la edición española de la revista Vogue y será la protagonista de la nueva película que dirija Paco León, que empieza a rodarse en agosto. “Está feo decirlo y la gente dirá que soy una flipada, pero es así: quiero ser una estrella. No voy a parar. Tengo mucho ímpetu. Cuando quiero algo, lo quiero. Y está bien, la verdad”, dice entre risas nerviosas en un hotel del centro de Madrid.
¿Le dijo a su madre: “Quiero ser una estrella, mamá”? Yo creo que ya lo sabía. Lo dejé bastante claro desde pequeña. Mi padre ha estado siempre conmigo y en algún momento él se ha dado cuenta de que iba a poder ser posible lo que yo tengo en la cabeza. Igual a ella no le llegó a dar tiempo a verlo tan claramente, pero desde algún lugar mi madre estará viendo que la estoy liando mazo. Estará diciendo: “Buah, ésta la está liando”. Ella era muy luchadora. Si quería algo lo hacía. Tenía mucha personalidad. Me veo todos los días reflejada en mi madre.
Dora se dio cuenta de que podía dedicarse a la música cuando realizó una gira con la big band de la Escuela de Música La Creativa. Ahí empezó a conocer su voz y a perder el miedo a actuar en público. Por esa época colgó algunos vídeos en YouTube cantando junto a su madre. Recibieron miles de visitas. Desde hace dos años compone canciones y se ha aliado con el productor y dj madrileño Pional.
Tiene dos argumentos que van a facilitar su carrera como cantante: una gran voz, versátil y con emoción, y un entorno proclive a echarle una mano. Algunas de sus composiciones han sonado en la serie de éxito para adolescentes Élite. Hay dos piezas destacadas en su todavía breve repertorio: Ojos de serpiente, una modernización atrevida y sugerente del bolero, y Oxena, una hipnótica pieza dance sobre un desamor. Canta en inglés y en español, de momento prefiere los sonidos electrónicos, aunque no descarta el rock. “Me gusta de todo: “Kendrick Lamar, D’Angelo, Skrillex, Los Ronaldos, Bad Bunny, Rosalía, Aretha Franklin, Yung Beef…”. Y The Cabriolets, por supuesto, el grupo que formaron sus padres, Diego y Bimba.
“La policía me para por la calle”
“Alguien de mi edad me dice que no sabe quiénes son los Beatles y le digo: ‘A ver, en qué mundo vives’. Pero sí, hay mucha gente de mi edad que no les conoce. O a Michael Jackson. Yo no lo entiendo, pero es así. Mis padres siempre me han metido música por un tubo”, afirma. A pesar de este desliz cultural, la cantante defiende a su generación (tiene 16 años, no lo olvidemos). “Es mentira que no estemos comprometidos con nada. Yo me muevo por el Dos de Mayo [barrio de Malasaña, en Madrid] y allí para gente de mi edad que hace de todo: graba discos, pinta, diseña… Nos interesa el feminismo, estamos a muerte con el movimiento Black Lives Matter… Somos muy inquietos”.
Después de estudiar en una escuela privada británica en Madrid, Dora ha empezado primero de Bachiller en un colegio público de la capital. Cuenta algo que le ha pasado en la calle “al menos cinco veces”: le para la policía. “Es siempre por las pintas. Llevamos lukazos y nos paran. Vamos con sudaderas y pantalones muy anchos. Un día corrimos porque el semáforo se iba a poner en verde. Y nos persiguieron unos polis preguntándonos por qué íbamos tan deprisa. Y yo: ‘Pues porque está en rojo’. La verdad es que la policía no es mi amiga. Nos piden la documentación. No les puedes decir nada. Me preguntan si llevo ‘algún tipo de estupefaciente encima’. ‘Tío, chequéame’. No hay confianza si no viene del otro lado. No todos son iguales, pero…”.
“Dora Bosé, ni de coña”
Surge en la conversación el tema de los apellidos. Ella no los ha querido. Ha optado por un nombre artístico en mayúsculas, DORA. “Nunca he querido tener apellidos. No me veo como Dora Postigo. Y Dora Bosé, ni de coña. Desde pequeña no quería seguir esa saga. No me apetece. Me parece irrelevante. No lo entiendo. ¿Por qué por nacer donde nazco tengo que seguir una saga? ¿No me puedo montar mi historia? Hay gente que me dice que tengo que seguir el clan Bosé. Yo no tengo que seguir nada”, asegura con determinación.
Dice admirar a su tío abuelo, Miguel Bosé. “Le respeto un montón. Tuvo mogollón de influencia en mi deseo de ser cantante. Ver a mi tío llenando conciertos es mi sueño”, afirma. Pero ella sí cree, por entrar en la actualidad relacionada con el cantante, que el coronavirus es real.
Termina la charla hablando de un vídeo de su madre que le gusta ver. Bimba actuando en un garito pequeño, embarazada de ella: “Parece que va a explotar y me va a parir en el escenario. Y está ahí, saltando y derrochando energía”. Así era Bimba y así es su hija Dora.
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