La gestión de una crisis como la que ha originado el coronavirus exige respuestas ágiles. Los Ejecutivos autonómicos han entrado en ebullición. Desde el lunes 5 de octubre hasta este lunes, todas las consejerías de Sanidad han tomado nuevas medidas, menos las de Cantabria (aunque su presidente, Miguel Ángel Revilla, anunció que lo haría), y Madrid. Esta última no emprende ninguna iniciativa desde que el Gobierno decretó el estado de alarma el viernes 9, por lo que no se esperan novedades hasta que decaiga el sábado 24. Los malos datos justifican las restricciones. En la última semana, el registro del Ministerio de Sanidad sumó 75.448 positivos. En la semana anterior, fueron 71.180. En ese periodo, la incidencia acumulada en 14 días pasó de 258,44 casos por cada 100.000 habitantes a 280,44; los ingresados en hospitales, de 10.554 a 11.784; los que ocupan camas de UCI, de 1.590 a 1.768. Y los datos del lunes fueron aún peores. Si la semana pasada Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, decía que la curva podía estar llegando a la meseta, parece claro que aún no baja. El Ministerio de Sanidad estudia incluso la imposición de un toque de queda en todo el país.
Navarra es, hasta el momento, la más dura en tomar medidas. Este lunes la presidenta, María Chivite, anunció que, ante los malos datos (su incidencia está en 945), el jueves se confinará la comunidad, se cerrarán los bares y los establecimientos públicos tendrán que clausurarse a las nueve de la noche.
Pero no siempre hay una relación proporcional entre medidas y datos. Madrid es un ejemplo: desde que se completó la desescalada solo tomó una, generalizar las mascarillas y limitar las reuniones el 30 de julio, hasta que el 19 de septiembre decretó confinamientos en zonas sanitarias con una incidencia de más de 700 casos por cada 100.000 habitantes. Asturias, en el sentido contrario, decretó la vuelta a una fase 2 el 14 de octubre con 186,55, por debajo de la media española, que estaba ese día en 265,19. “Hay una subida clara de los indicadores en muchas comunidades. Algunas autonomías que estaban en situación intermedia están empeorando. El virus cuando sube, sube muy rápidamente y están intentando cortarlo. Salvo Madrid, todo el mundo ha hecho lo que tocaba cuando tocaba, van en la misma dirección”, señala Joan Ramon Villalbí, epidemiólogo de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria.
Los expertos consultados coinciden en que las comunidades están respondiendo de forma adecuada a la preocupante situación epidemiológica. “Se dan cuenta de que si dejan subir las cifras, cuesta mucho controlar la curva. Una de las claves es actuar de forma contundente y durante menos tiempo”, reflexiona Toni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona. Coincide Daniel López-Acuña, exdirector de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Lo que está sucediendo es que las comunidades se están poniendo las pilas, porque ven que los repuntes son serios y tienen repercusión sobre la presión asistencial y los fallecimientos. Además, está pasando también de forma vertiginosa en otras zonas de Europa”. El experto apunta a que las prisas de las autonomías para tomar medidas responden a “la presión de los pares de otros países europeos y de los pares de otras comunidades”.
Las decisiones llegan en un momento muy importante. Este miércoles se reúne el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y se sabe que el Ministerio de Sanidad está trabajando en un sistema de niveles en el que medirá el riesgo y propondrá medidas. Por el borrador de este que se filtró la semana pasada, los niveles que fija este semáforo son, en general, más laxos que los que están usando las comunidades.
La Consejería de Salud de Castilla y León es la que tiene menos reparos para confinar perimetralmente. Además de León, Palencia, Salamanca, Miranda de Ebro, San Andrés del Rabanedo y San Pedro de Latarce, este lunes ha decidido aplicarle la medida a Burgos y Aranda de Duero. Es la segunda vez que esta ciudad se confina. Ya lo hizo en agosto. Con Madrid y Ourense, ya son seis las capitales de provincia en las que rige esa medida. Los confinamientos perimetrales también afectan a otras ocho ciudades de la región madrileña y a más de una veintena de localidades pequeñas en distintas comunidades. Pamplona no se cierra como tal, ya que lo hace toda la comunidad navarra. Y con los nuevos datos de este lunes, las propias autoridades respectivas admiten que Logroño y Zaragoza pueden ser las próximas grandes ciudades en cerrar. Valladolid tampoco está lejos. Cataluña también está dispuesta a utilizar esta medida.
La única buena noticia llega de Canarias. El viernes Gran Canaria, Fuerteventura y La Gomera dejaron el nivel rojo en el que estaban (el de máxima preocupación). Solo la isla de Tenerife lo mantiene.
Los expertos inciden en mantener las restricciones sociales para cortar la interacción social, pero sin olvidar el refuerzo de los sistemas de rastreo. “Esto es fundamental. Que la Comunidad Valenciana bajara su incidencia y mejorara no es casual. Hicieron su trabajo”, apunta Villalbí.
A continuación se detallan las restricciones adoptadas en cada comunidad autónoma en este momento.
Andalucía. Tenía el 22 de junio, fin de la desescalada, una incidencia de 1,13 casos en 14 días por 100.000 habitantes. Este lunes llegó a 270,81. Recomienda limitar a seis el número de personas presentes en las reuniones (el tope general está en 10). En localidades “con alto impacto covid”, como Granada, los locales comerciales deben cerrar a las 22.00 y los bares y restaurantes deben reducir el aforo al 50%, con grupos máximos de seis; se cierran los parques infantiles y se prohíben las visitas a las residencias de ancianos. En Granada también se obliga a que las clases de la universidad sean online y hay un toque de queda en los colegios mayores y residencias universitarias a partir de las 22.00. La Junta ha descartado por ahora decretar un confinamiento perimetral en Granada, y levantó hace dos días los de Linares, Casariche y Almodóvar del Río, por lo que solo queda bajo esta medida Écija (Sevilla).
Aragón. Su tasa ha pasado de 12,81 a 509,36 desde que se acabó la desescalada. “No es una situación buena y nos exige tomar medidas ya”, advirtió este lunes la consejera de Salud, Sira Repollés. El Ejecutivo autonómico ha establecido tres niveles de alerta. La comunidad está, desde este lunes, en el nivel 2, que implica aforos al 50%, reuniones y encuentros sociales de un máximo de seis personas y el cierre de la hostelería a las 23.00. Según el decreto ley, en el primer nivel de alerta se reducirán los aforos al 75%; en el segundo, al 50%; y en el tercero, al 25% y, en la restauración, solo se podrá consumir en terraza. No se prevé de momento ningún nuevo cierre perimetral (el último que intentó, el de La Almunia, lo tumbó un tribunal), pero Repollés ha admitido que Zaragoza está muy cerca.
Asturias. El 22 de junio tenía una incidencia de 0,49. El lunes llegó a 247,16. La semana pasada el Gobierno puso a toda la comunidad en “fase 2 modificada”, con grupos máximos de seis personas en reuniones “inevitables”. En hostelería, el aforo se reduce al 50% y se prohíbe usar las barras de los bares. Ha restringido las visitas a hospitales. Además, ha llamado al autoconfinamiento y a aumentar la docencia telemática en la universidad. La comunidad tiene un sistema especial de vigilancia (la alerta naranja) que no implica restricciones, pero sí reforzar la vigilancia epidemiológica. Lo está aplicando a San Martín del Rey Aurelio y Avilés.
Baleares. Su incidencia ha pasado de 4,52 a 129,71. Este martes, la presidenta, Francisca Armengol, ha anunciado este martes que a partir del sábado, se rebajará de 10 a seis el máximo de personas que se pueden reunir en Mallorca e Ibiza. Los aforos en establecimientos comerciales y de restauración son del 75% del total si su máximo es de menos de 50 personas y del 50% si su aforo máximo es superior a las 50. Se restringe fumar en todas las zonas y vías públicas y está prohibida la práctica de deportes de contacto, así como el consumo de alimentos y bebidas en los transportes públicos. Los parques y las playas están cerrados de 21.00 a 7.00. La comunidad fue de las primeras en implantar confinamientos perimetrales a barrios de Ibiza, Palma de Mallorca y a San Antonio hace un mes.
Canarias. Tenía una incidencia el 22 de junio de 2,04; este lunes estaba en 77,23. En Canarias rigen en la actualidad dos tipos de medidas restrictivas: uno que ahora se aplica a Tenerife y otro, más laxo, para el resto. Esta isla, la única con semáforo rojo, tiene prohibidos los actos con más de 10 personas, el horario de cierre en hostelería está fijado las 00.00 y no se pueden admitir nuevos clientes a partir de las 23.00. El resto de islas está en verde, por lo que los horarios de la hostelería se retrasan una hora y no hay límite en las reuniones.
Cantabria. Ha pasado de una incidencia de 3,61 a una de 151,27. Es de las comunidades que hasta la fecha han tomado menos medidas restrictivas. Los grupos están restringidos a 10 personas y bares y restaurantes pueden abrir hasta la 01.00. En cambio, ha prohibido fumar en las playas y a menos de cuatro metros de niños, mayores de 65 años y otras personas vulnerables. Las terrazas pueden dejar fumar, pero entonces deben reducir su aforo al 50%. El Gobierno ha recomendado a la población no salir de casa a partir de las 22.00 y eludir las barras de los bares.
Castilla-La Mancha. Su tasa es ahora del 341,10, cuando al final de la desescalada estaba en 13,53. Tiene un sistema de alertas de tres niveles, aparte de las normas generales, que coinciden con las del fin del confinamiento (grupos de 10 personas, aforos en hostelería al 75%). No establece confinamientos. Es un método muy dinámico. Solo desde el 12 de octubre la consejería ha emitido 16 notas con la aplicación de unos niveles u otros a distintos municipios. En el nivel 1 (el más suave) los aforos de hostelería bajan al 50% en lugares cerrados y al 75% en terrazas. Se cierran centros de jubilados. Mota del Cuervo, por ejemplo, está en esta situación. En el nivel 2 (Tarancón, por ejemplo) se mantienen las restricciones del 1 y se cierran museos y bibliotecas. En el 3 (Fuensalida, entre otros), se prohíben las barras. Solo se puede consumir en terrazas, con aforos al 50%. El resto de locales cubiertos tiene el mismo aforo. Se mantienen los grupos de 10 personas, pero se cierran los mercadillos. Talavera de la Reina está en este nivel.
Castilla y León. En cuatro meses su incidencia ha pasado de 12,34 a 486,17. La Junta ha prohibido el consumo en barra en los establecimientos hosteleros de toda la región, así como fumar en sus terrazas en cualquier momento, aunque se respete la distancia de seguridad, “de manera radical”. Los aforos están al 50%. También ha limitado las reuniones privadas a seis personas tanto en el ámbito público como privado. El Gobierno autonómico mantiene confinadas a las ciudades de León, Palencia y Salamanca, a las que se sumará Burgos este miércoles, por la alta incidencia del virus, así como localidades importantes como Miranda de Ebro (Burgos) y Aranda de Duero (Burgos), entre otros municipios.
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Cataluña. Actualmente tiene una incidencia, según el informe de este lunes de Sanidad, de 360,29. Al acabar el confinamiento tenía 16,55. La Generalitat impuso la semana pasada restricciones sociales más severas para reducir la interacción social. Entre ellas, el cierre de la restauración, la clausura de locales de estética que requieran contacto físico (excepto peluquerías), casinos y salones de juego, la suspensión de competiciones deportivas no profesionales, reducción del aforo en locales comerciales al 30% y del 50% en gimnasios y equipamientos culturales (estos, con asiento preasignado y horario de cierre a las 23.00). En las universidades, la docencia teórica será virtual y los encuentros y reuniones sociales están limitados a un máximo de seis personas.
Comunidad Valenciana. Su incidencia está en 115,75; era de 2,74 el 22 de junio. La Generalitat Valenciana anunció el pasado viernes restricciones adicionales para controlar la transmisión comunitaria asociada a los brotes de coronavirus que se han dado en los municipios de Elche, Orihuela, Guadasuar y Onda, donde viven algo más de 340.000 personas. Estarán en vigor durante 14 días y limitan a seis las reuniones en las tres primeras poblaciones, y a 10 en Onda. “Sigue sin observarse el descenso de nuevos casos esperado”, señaló la Consejería de Sanidad para justificar la prórroga de las restricciones.
Extremadura. Ha pasado de una incidencia de 3,09 el 22 de junio a otra de 297,83. Este sábado sacó un boletín especial (normalmente solo se publica de lunes a viernes) que limita los grupos a seis personas y el aforo de la hostelería al 40% en espacios cerrados y al 50% en terrazas en varias localidades. Una docena de pequeñas localidades están sometidas a confinamiento perimetral. Este martes, se ha acordado la misma medida para Almendralejo (Badajoz, 33.474 habitantes), y restricciones similares a las de fase 1 de desescalada.
Galicia. Su incidencia ha pasado de 1 a 166,85 desde el desconfinamiento. Se han prohibido las reuniones, tanto públicas como privadas, de más de cinco personas y se han confinado perimetralmente ocho Ayuntamientos de la provincia de Ourense, entre ellos la capital. La Xunta ha impuesto restricciones especiales de aforos en las ciudades de Santiago, Lugo y Pontevedra, además de otros 70 municipios. En Santiago, Ourense, Barbadás y Verín (Ourense) solo se pueden celebrar encuentros entre personas que convivan en el mismo domicilio. La Xunta tiene un sistema por niveles de riesgo y ayer se decidió declarar el número 2 en toda la comunidad, a excepción de Santiago, Ourense, Barbardás, Verín, Oímbra y Vilardevós, que estarán en nivel 3. El nivel supone limitar aforos al 50% en los establecimientos comerciales y se prohíbe consumir en barra.
Madrid. Tenía el 22 de junio una incidencia de 18,13; este lunes está en 439,33. Tras la declaración del estado de alarma, la capital y otras ocho ciudades ―Alcobendas, Torrejón de Ardoz, Fuenlabrada, Móstoles, Leganés, Getafe, Alcorcón y Parla― están sujetas a un confinamiento perimetral. Los locales de hostelería deben cerrar a las 23.00 (y dejar de aceptar clientes a las 22.00), y los grupos no pueden ser de más de seis personas. En el resto de la comunidad la movilidad es libre, aunque los grupos tampoco pueden ser de más de seis personas.
Murcia. Ha pasado de 2,14 a 346,81. En la Región, los grupos no pueden sobrepasar las seis personas desde agosto, y en la hostelería, además de estar cerrado el servicio de barra y ventana, el aforo máximo es del 75% de su capacidad (el mismo que en otros establecimientos cerrados, desde museos a gimnasios). El horario máximo de cierre es a la una de la madrugada. Actualmente hay tres municipios sometidos a confinamientos perimetrales y con el interior de bares y restaurantes cerrados: Totana, Fortuna y Abanilla. Además hay varios municipios con restricciones especiales a la hostelería y comercio (aforos al 40% y cierre de 22 a 6 horas).
Navarra. Ha pasado de una incidencia de 10,39 a 945,41. El 65% de los infectados se registra en Pamplona y su comarca. El Gobierno regional ha decretado el confinamiento perimetral de toda la comunidad, el cierre total de bares y restaurantes y, a las 21.00, el de los comercios y otros establecimientos.
País Vasco. Sus tasas ha subido de 7,07 a 351,12. El Gobierno vasco anunció el pasado sábado un endurecimiento de las restricciones. A falta de la ratificación de estas medidas por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, se prohíben las reuniones de más de seis personas. Bares y restaurantes deberán cerrar antes de la medianoche y se reduce su capacidad a la mitad. El Ejecutivo autonómico se reserva la facultad de establecer confinamientos puntuales en zonas con una alta incidencia del virus. En estos momentos, Gipuzkoa es la que presenta los peores datos.
La Rioja. Tenía 3,47 casos por 100.000 habitantes en junio; ahora está en 530,94. La subida de casos ha llevado al Gobierno autonómico a plantear el confinamiento de Logroño. La comunidad prorrogó el 14 de octubre el paquete de medidas que aprobó el 16 de septiembre y que ha ido extendiendo ante la falta de resultados. Los grupos sociales están limitados a seis para prácticamente cualquier actividad, y se recomienda limitar la movilidad y el número de contactos lo más posible.
Con información de Eva Saiz, Lucía Bohórquez, Juan Navarro, Guillermo Vega, Sonia Vizoso, Cristina Vázquez y Virginia Vadillo
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