Una vez concluida la convocatoria extraordinaria de la selectividad en las últimas comunidades autónomas (Galicia y Andalucía la celebraron esta semana), los últimos estudiantes se enfrentan al dilema de escoger qué carrera quieren estudiar. Administración y Dirección de Empresas (ADE) es, un año más, el grado con más salidas profesionales en España, con el 10,6 % de las ofertas de empleo que demandan estudios universitarios (1,6 puntos más que en 2018), seguido de Ingeniería Industrial (4,6 %) e Informática (3,8 %), según los resultados del informe Infoempleo Adecco 2019. Oferta y Demanda de Empleo en España. Completan los cinco primeros puestos ADE y Derecho (3,6 %) y Ciencias del Trabajo, Relaciones Laborales y Recursos Humanos (3,3 %).
La pandemia de coronavirus no ha hecho sino acentuar la transformación del mercado laboral, que demanda con mayor insistencia que nunca profesionales flexibles y capaces de desarrollar sus carreras en un escenario tan cambiante como el actual. Trabajadores que pueden ser titulados universitarios o de Formación Profesional, ya que, entre ambos niveles formativos, acumulan cuatro de cada cinco ofertas de empleo en España. En 2019, el 38,8 % de ellas incluían entre sus requisitos una titulación de FP (ya fuera de grado medio o superior), mientras que las que demandaban un grado universitario, incluyendo másteres y otros estudios de posgrado, supusieron el 42,3 %. Una oferta que, por otro lado, se concentra mayoritariamente en tres áreas: la Comunidad de Madrid (25,1 %, dos puntos menos que el año anterior), Cataluña (16,6 %, un 2,8 % menos) y el País vasco (14,8 %, dos puntos y medio más que en 2018), mientras que nueve comunidades (Cantabria, Navarra, Asturias, Murcia, Extremadura, La Rioja, Baleares, Melilla y Ceuta) no llegan al 2 %.
Ahora bien, ¿es la empleabilidad el único factor a tener en cuenta a la hora de escoger estudios superiores? ¿Dónde queda la vocación? “Yo creo que hay que compensar ambas, aunque para mí esta última es más importante. Hay que pensar que en el futuro van a pasar muchísimo tiempo en su trabajo, que va a formar parte de su vida y de su desarrollo personal (no solo laboral), y que por tanto tienen que pensar en algo que les guste y les motive”, esgrime Concepción García, vicerrectora de Emprendimiento y Empleabilidad en la Universidad Complutense de Madrid.
García aprovecha el ya mencionado carácter cambiante del mercado para matizar que los jóvenes deberían de quitarle algo de peso a su decisión, ya que “los puestos de trabajo están cambiando. La formación permanente posterior a su titulación será imprescindible para ellos y les permitirá dar un giro a su carrera profesional en el futuro”. Por eso, insiste en la importancia de escoger estudios “que les incentiven a ser buenos, a estudiar y a adquirir habilidades complementarias, sin olvidarse de vivir plenamente su experiencia universitaria. Y también pueden ir formándose en otras cosas mientras terminan su carrera”.
Estudios de posgrado
Entre los estudios de posgrado más demandados se encuentran, tradicionalmente, los MBA, que además presentan un elevado grado de empleabilidad: nueve de cada 10 graduados tiene trabajo asegurado tras completar estos estudios, y más del 72 % lo hace en un campo relacionado con el contenido del máster, según el Ranking de Instituciones de Formación Superior Online (FSO) de Habla Hispana 2019 elaborado por la consultora Hamilton Global Intelligence. Pero también se demandan las especializaciones en campos como la transformación digital, el marketing y los recursos humanos. Un tipo de formación que, además, puede resultar mucho más económica si se cursa en su formato online, como sugiere este ranking de formaciones con descuento que recomienda el buscador de cursos Emagister:
Másteres ‘online’ con mucho futuro
Otras titulaciones muy demandadas
A las cinco carreras universitarias mencionadas al principio (ADE, Ingeniería Industrial, Informática, ADE y Derecho y Ciencias del Trabajo, Relaciones Laborales y RR HH), les siguen otro grupo de titulaciones con un alto grado de empleabilidad, en el que encontramos Comercio y Marketing (2,7 % de las ofertas de trabajo), Enfermería (2,5 %), Economía (2,1 %), Ingeniería Mecánica (2 %), Derecho (1,8 %), Ingeniería Electrónica Industrial y Automática (1,8 %) y Medicina y Biomedicina (1,6 %). Por áreas del conocimiento, la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas aglutina el 42,4 % de la oferta de empleo, seguida de las ramas de Ingeniería y Arquitectura (36,2 %) y Ciencias de la Salud (15,1 %), mientras que las de Ciencias (3,4 %) y Artes y Humanidades (2,8 %) son las que menos atractivas resultan.
Pero ¿qué factores influyen en el atractivo que pueda alcanzar una titulación para las empresas? Ese grado de empleabilidad depende de varios aspectos que se dan simultáneamente, como el equilibrio entre la oferta y la demanda o el grado de experiencia acumulada por el candidato, pero también “del tejido empresarial e industrial más próximo. Al final, un elevado porcentaje de estudiantes terminará trabajando en el sector privado, por lo que tendrá que ver con la estructura del sector empresarial y, fundamentalmente, de la relación entre empresas industriales y de servicios”, explica García, quien reconoce que, no obstante, muchas veces eso no se corresponde con la oferta de estudios de las universidades: “Ahí sí que hay una cierta descompensación entre titulaciones con mucha oferta de plazas y que luego tienen una difícil empleabilidad, porque a lo mejor corresponden a sectores que no están creciendo tan rápidamente”.
Para la vicerrectora de la Complutense, la pandemia ha cambiado mucho las expectativas, y si bien sectores que ya venían teniendo un gran futuro, como los de la tecnología, el Big Data, la informática o la física, lo seguirán teniendo, ahora se ha visto que se necesitan también otros perfiles no tan tecnológicos, como los de la salud y la educación. Destaca a su vez “el desarrollo de nuevas competencias para profesores y para maestros, porque el propio sector educativo está transformándose muy rápidamente. Se ha puesto de manifiesto la necesidad de profesionales con otras habilidades y competencias distintas”.
Hablar del sector de la salud resulta imposible sin detenerse a reflexionar sobre las profundas carencias de recursos humanos que han quedado patentes en la lucha diaria contra la pandemia, con centros de salud y hospitales claramente sobrepasados e infradotados. Sin embargo, García es optimista: “Yo creo que vamos a ver un fuerte cambio de tendencia. Es verdad que ha habido recortes en sanidad en los últimos años [la oferta de empleo en el área de la salud bajó 2,1 puntos de 2018 a 2019, según el informe de Adecco], pero creo que la sociedad va a impulsarlo y va a hacer que crezca esa oferta de puestos de trabajo, porque se ha visto la vulnerabilidad del sistema sanitario”. Oportunidades que, a su juicio, se traducirán en un crecimiento tanto por el lado público como por el privado: “Faltan médicos, enfermeros, fisioterapeutas, trabajadores sociales… y, por supuesto, puestos relacionados con la informática y el Big Data aplicada a la medicina”.
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