Nueva Zelanda anunció este jueves la prohibición de las armas militares semiautomáticas y rifles de asalto, con algunas excepciones, en respuesta al ataque supremacista que causó 50 muertos en dos mezquitas el 15 de marzo.
“Hoy anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas militares semiautomáticas y todos los rifles de asalto”, dijo la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, en un mensaje televisado.
Las autoridades, que esperan que la nueva ley sobre uso de armas esté lista el próximo 11 de abril, también prohibirán los cargadores de alta capacidad y las piezas que puedan convertir armas en rifles militares semiautomáticos (MSSA, sigla en inglés).
El anuncio, que ha recibido un amplio apoyo de casi todos los sectores y la recolección de más de 40,000 firmas para pedir su prohibición, se da después de que el presunto atacante, el australiano Brenton Tarrant, utilizara dos armas semiautomáticas modificadas en los ataques a las mezquitas de Al Noor y Linwood, en la ciudad de Christchurch, que ocasionó también 50 heridos.
La ley incluirá una amnistía para los dueños de armas, y un plan de recompra por las autoridades, que se inspira a la que implementó Australia tras la matanza de Port Arthur, en la isla de Tasmania, que se saldó con la muerte de 35 personas en 1996.
Desde la tragedia de Christchurch hasta el martes 19 de marzo se han entregado voluntariamente 37 armas semiautomáticas, según datos de la policía, mientras que el portal GunPolicy indica que hay más de 1.2 millones de armas de fuego legales e ilegales en todo el país.
El poder ejecutivo neozelandés aclaró que la propuesta incluye excepciones, ya que admite que son necesarias en las zonas rurales para el control de plagas, y las competiciones internacionales de tiro de la Policía y las Fuerzas de Defensa.
También se excluirán de la prohibición los rifles y escopetas de calibre 0.22 que se usan comúnmente para la caza de patos, según un comunicado de la oficina de Ardern que da detalles de la medida propuesta.
“Me complace la decisión adoptada por la primera ministra en prohibir las armas militares semiautomáticas. Es una decisión valiente, pero necesaria para asegurarse de que las posibilidades de una atrocidad (como la de Christchurch) no se repita”, dijo a Efe el jurista Al Gillespie.
En Nueva Zelanda, unas 250,000 personas poseen licencias estándares de categoría A para portar armas, que permite a las personas mayores de 16 años poseer, y usar rifles y escopetas, tras superar unas pruebas policiales.
El atacante poseía esta licencia desde 2017 y desde entonces compró cinco armas, incluyendo dos semiautomáticas, que en su mayoría adquirió a la armería neozelandesa Gun City por internet.
Por otro lado, el comisionado de la policía neozelandesa, Mike Bush, informó de la culminación de la identificación de todas las víctimas del ataque.
“Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestro alcance para retornarlos lo más pronto posible y al mismo tiempo asegurarnos de recoger toda la evidencia e información que necesitamos para la acusación criminal”, declaró Bush.
Las víctimas mortales incluyen a Mucaad Ibrahim, que con sus tres años es el más joven de todos los fallecidos en el atentado, y Sayyad Milne, un estudiante neozelandés de 14 años que fue enterrado hoy en el cementerio Memorial Park, en el este de Christchurch.
También se realizaron las exequias de Haji-Daoud Nabi, un afgano de 71 años que migró a Nueva Zelanda en la década de 1970 y quien salvó algunas vidas durante el ataque armado a la mezquita de Al Noor.
Del total de los 50 heridos en el ataque, todavía continúan hospitalizados 29, de los cuales 8 siguen graves, entre ellos una niña de 4 años que fue trasladada a Auckland, en la Isla Norte.
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